jueves, 14 de junio de 2018

EMPRESA, INNOVACIÓN Y BUROCRACIA

Por la trascendencia del tema y el interés que creemos que puede despertar reproducimos aquí este artículo publicado el 11 de junio en el suplemento RETINA de El País, y respetando el contenido del escrito vamos a denominarlo:

EMPRESA, INNOVACIÓN Y BUROCRACIA
Colombia desmonta tópicos sobre el papel de las personas en la innovación
Por Javier Cortés

El World Business Forum, celebrado en Bogotá, aborda el factor humano en los negocios digitales desde una perspectiva crítica y alejada de lugares comunes.

“La transformación digital debe empezar por una transformación cultural, hay que poner al cliente en el centro de la estrategia empresarial, debemos abordar el lado más humano de la tecnología...” Solo son unas pocas de entre la infinidad de frases que repiten los nuevos gurús de los negocios digitales como un mantra y que terminan convirtiéndose en palabras vacías a medida que se repiten una y otra vez sin apenas variaciones.

El World Business Forum, celebrado la semana pasada en Bogotá bordaba el reto de enfocarse en la importancia de contar con las personas en los procesos de transformación digital de las empresas huyendo de los tópicos más comunes que circulan en torno a esta cuestión.

“Supuesto que nuestras organizaciones tienen que ser dirigidas por humanos, no van a ser conducidas por monos", comenzaba el consultor y profesor Gary Hamel, aludiendo a uno de estos tópicos. "El problema es que a veces las empresas aportan un valor inferior al de las personas que están dentro de ella. Los humanos se adaptan; la mayoría de compañías, no".

Tres de cada cuatro organizaciones tienen la innovación entre sus principales prioridades estratégicas, según un estudio de Boston Consulting Group, pero pocas cumplen sus objetivos en este sentido.

Hamel tiene muy claro cuál es el principal responsable de los fracasos en los procesos de innovación de las grandes organizaciones: la burocracia. "Muchos directivos temen que sus empleados usen su sentido común. Prefieren controlarlo todo", lamenta este referente en estrategia y gestión empresarial. "No son conscientes de que su problema no tiene que ver con la eficiencia, sino con la creatividad".

Para fomentar la creatividad de los empleados e incentivar la innovación, es necesario que tengan una cierta libertad, unos márgenes más amplios en los que poder moverse. Hamel apuesta por un modelo en el que las multinacionales establezcan un equilibrio entre libertad y control creando microempresas autogestionadas con una supervisión centralizada.


Pero el paradigma de la humanización de los negocios no tiene que ver solo con los trabajadores. El cliente es quien finalmente garantiza el éxito de un proyecto innovador. "Muchas empresas, fundamentalmente startups, se obsesionan con que su producto tiene que ser diferente sin tener en cuenta que la gente se asusta de algunas tecnologías o productos porque son demasiado nuevos. La cuestión no es ser profundamente diferente, como suele pensarse, sino distinguirse de la forma adecuada", matizaba Jonah Berger, profesor de marketing en la Wharton Business School. 

Berger también rechaza la filosofía del creador de Apple, Steve Jobs, por la que una empresa puede generar una necesidad en sus clientes para venderles un producto. "Que tu cliente no sepa lo que quiere no significa que se lo tengas que decir", sostuvo. "Más bien es que no le conoces lo suficiente y no le estás planteando las preguntas adecuadas", razonó. 

La experta en ciencia del comportamiento del consumidor Kelly Peters coincide en este punto. "Es una cuestión de ética: tenemos que diferenciar si, como empresa, estamos influyendo en la decisión de una persona para que haga lo mejor para ella o para nosotros". 

Trasladar esta cuestión de la teoría a la práctica genera uno de los valores más importantes con los que puede contar una compañía para crecer en el mercado: confianza. Ian Williamson, director del Centro de Liderazgo de Impacto Social de Asia Pacífico, considera que las empresas tienen que ir un paso más allá y no pensar sólo en sus clientes. "Las familias que viven del sueldo que les pagas a tus empleados y la gente que recibe el impacto de tu trabajo, aunque no compren tus productos, forman parte de lo que significa tu empresa para la gente", expuso. "Tu proposición de valor es mucho más que el servicio que prestas". 

Hasta la próxima.

lunes, 4 de junio de 2018

La justicia da la razón a un repartidor de Deliveroo: es un falso autónomo

(En esta especie de “cruzada” en la que estamos empeñados, tratamos de exponer las repercusiones que se dan según se cotice a la SS por el trabajo asalariado o por el autónomo; así como la sustitución de empleados por máquinas, debido a la caída de cotizaciones en función del modelo elegido, entre otras cosas por el vaciado de la hucha de las pensiones. Hace unos días nos referíamos al tema en el siguiente post. Pues bien, las consecuencias no se han hecho esperar)


Una juez de Valencia ve que los rasgos de la relación laboral solo son compatibles con el "trabajo dependiente y por cuenta ajena" 

MANUEL V. GÓMEZ
EL PAIS, 4 de JUN 2018



Repartidores de Deliveroo en Madrid. SANTI BURGOS / VÍDEO: ATLAS

Una sentencia del juzgado de lo Social número 6 de Valencia ha fallado que un repartidor de Deliveroo, la empresa digital de reparto de comida a domicilio, no era un autónomo sino un asalariado. La juez estima parcialmente la demada de un trabajador que fue despedido por Roofood Spain, razón social de Deliveroo, y falla que esa rescisión fue improcedente. No obstante, para llegareste punto la sentencia califica la relación entre ambas de laboral y no civil, como pretende la empresas. Esto tiene una traducción clara: los riders son falsos autónomos. La sentencia puede ser recurrida ante el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana.

La primera sentencia de un juzgado en España, según explica el profesor de Derecho Laboral, Adrián Todolí, en su blog, sobre los repartidores de las empresas de reparto digital (Deliveroo, Glovo, Ubereats...) se ha alineado con el criterio de la Inspección de Trabajo, que ya en actas levantadas en Valencia y Madrid había rechazado el modelo de trabajo de estas plataformas por basarse en el uso de falsos autónomos, es decir, los riders serían realmente asalariados. A este primer golpe judicial se puede sumar otro pronto, hace dos semanas se celebró otro juicio en Barcelona sobre el despido de un rider de Delivero.

"No puede sino concluirse que se dan [...] las notas características de la relación laboral", señala la sentencia, que un poco más adelante indica: "[la relación] presenta rasgos que solo son concebibles en el trabajo dependiente y por cuenta ajenas". En apoyo de esta tesis, la juez continúa desarrollando los elementos que demostrarían que existen los principios que determinan que la relación en este caso sería laboral. 

Estos principios son los que se conocen en el lenguaje del Derecho Laboral como "dependencia y ajeneidad". Para apuntalar el primer principio, la juez subraya en los fundamentos de derecho que la empresa tendría en su mano elementos para decidir sobre la organización del trabajo (zona y tiempos de reparto, horario, geolocalización...). En lo referente al otro, ajeneidad o trabajo cuenta por cuenta ajena, lo asienta en el hecho de que "la empresa decidía el precio de los servicios realizados por el trabajador"; "fijaba el precio del servicio a los clientes y cobraba a través de la aplicación"; les advertía de que "eran la imagen de la compañía". Por tanto, "debe concluirse la existencia de una relación laboral entre las partes", es decir, el trabajador era un falso autónomo.

A partir de este punto, la sentencia falla que el despido del repartidor de Deliveroo en Valencia el 30 de junio de 2017 fue improcedente no nulo. El reclamaba la nulidad como él reclamaba. 

La compañía trató de no llegar a este punto y buscó un acuerdo con el repartidor, Víctor Sánchez, como él mismo ha declarado públicamente a diversos medios de comunicación, afirmando que no se metió en esto por dinero". Él dice que Roofood Spain llegó a ofrecerle "más de cinco cifras". El trabajador rechazó el pacto. Esto le ha costado dinero puesto que la decisión judicial apenas le compensa con 705,13 euros. 

En su reacción, la empresa insiste en afirmar que los "riders de Deliveroo trabajan por cuenta propia". También incide en que "este caso se refiere a un rider [repartido] que tenía un contrato anterior". La empresa ya ha esgrimido este argumento en el caso de las actas de la Inspección de Trabajo, pese a que en el caso de Valencia, este organismo dependiente del Ministerio de Empleo desestimó este argumento diciendo que los cambios que introdujo en el verano de 2017 no modificaban nada sustancial.

Hasta la semana que viene



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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.