lunes, 20 de agosto de 2018

NUEVO MARKETING FACE TO FACE

(Este es un CLARO ejemplo de que no toda la juventud piensa solo en divertirse a toda costa, y que se está produciendo un cambio de generación que es capaz de sacrificarse y exponerse aplicando un nuevo Marketing Directo, personal, altruista y desinteresado. Ojalá se extienda) 

Los mediadores nocturnos reducen el incivismo en las zonas de ocio

Un servicio de mediación pionero disminuye un 80% los conflictos en Platja d'Aro derivados de los ruidos y el consumo de alcohol en la calle. Los pacificadores, también en Castelldefels y otros municipios, intentan concienciar a los jóvenes para que no molesten al vecindario

Imma Fernández
Barcelona - Viernes, 17/08/2018 | Actualizado el 18/08/2018 a las 09:30 CEST

Varios mediadores, con mochilas negras, hablan con jóvenes de botellón en Castelldefels. / PAU MARTÍ MORENO

“Una sonrisa, diálogo y buen rollo” son las armas más efectivas, de entrada, para abordar y minimizar el incivismo que tensa la difícil convivencia entre diversión y descanso. Así actúan los mediadores nocturnos, profesionales formados para negociar y empatizar con una juventud proclive al desmelene. Lo cuenta Xavier Pastor, profesor de Derecho y Ciencia Política y del máster de Gestión y Solución de Conflictos de la UOC y de posgrado de la UdG, que hace un par de años puso en marcha con el apoyo municipal una experiencia pionera que ya ha dado excelentes resultados: el Servicio de Mediación Nocturna en zonas de ocio de Platja d’Aro ha logrado reducir un 80% los conflictos asociados a conductas incíviles, ruidos o consumo de alcohol en la calle que generan molestias al vecindario. En el primer año de la prueba piloto, las denuncias a la policía se redujeron un 50%, y en el 2017, otro 30%. La iniciativa, diseñada para los meses de verano, se ha expandido a Castelldefels, Badalona, Calella (Maresme) y L’Hospitalet de Llobregat, y cada vez hay más municipios interesados en llevarla a sus calles. 

La estrategia de estos pacificadores es que sean “las propias personas que cometen los actos molestos las que recapaciten poniéndose en el lugar del otro”, explica Pastor. “Deben ser ellos mismos los que transformen su conducta y resuelvan el problema”. Eso sí, la mediación no es eficaz en los conflictos de alta intensidad, en cuyo caso acuden a la policía, con quienes trabajan ”codo con codo”. “Cuando detectamos agresividad, nuestra labor se acaba”, apunta el experto. En territorios calientes, “que son la selva”, el diálogo es más complicado. “Nuestra actuación da mejores resultados en municipios que han hecho una apuesta por un turismo más familiar, en los que también hay cabida para la diversión juvenil”, sostiene. 

No prohibir 

Para establecer un mejor contacto con los alborotadores, estos profesionales no van uniformados aunque llevan credencial y se identifican. “Les decimos que somos mediadores del ayuntamiento para conseguir una buena convivencia entre los usuarios del ocio nocturno y los vecinos”, explica el coordinador Chema Montorio. “Tenemos que ganar su confianza en pocos segundos y para ello lo mejor es una buena sonrisa y una actitud positiva. No reñimos ni juzgamos sus conductas, no podemos obligarles”, tercia Pastor. Una de sus mayores bazas es no prohibir. Hay que intentar evitar la palabra “no” porque dificulta la aceptación del acto incívico. Se trata de establecer vínculos con los chavales, escucharles, preguntarles y llevarles a la reflexión

“No hay que darles la chapa, sino crear lazos para que calen los mensajes”, conviene Montorio. Entre esos mensajes, informa el mediador, figuran avisarles de que el derecho a dormir debe prevalecer sobre el de la juerga, concienciarles del acoso sexual o de que deben cuidarse entre ellos y no dejar solo a ningún compañero perjudicado porque le puede pasar algo. “Ahora hay un individualismo muy bestia. Vemos chicos tirados por el suelo mientras sus amigos siguen en la discoteca y nos dicen que no salen porque tendrían que volver a pagar. Antes los amigos eran una piña pero ahora hay mucho egoísmo”, lamenta.

Cuando se topan con chavales bebidos, su estrategia es detectar a la persona más serena, que si hay chicas suelen ser ellas, y proponerle que lidere la retirada. 

La actuación de estos negociadores pasa por hablar con los responsables de los locales de ocio para que se impliquen en el proyecto, e intervenir cuando estos y los vecinos están a la greña. “Muchas veces ni siquiera han hablado entre ellos, solo han puesto denuncias, cuando lo primero es el diálogo”, cuenta Pastor. 

Diálogo sin sanciones 

Mauricio Jiménez, regidor del Ayuntamiento de Castell-Platja d’Aro, refrenda que el servicio de mediación, con 10 profesionales, ha funcionado “muy bien” en las zonas de ocio de la localidad costera, rebajando la crispación. “Se ha demostrado que el incivismo puede solucionarse por la vía del diálogo, sin sanciones”, esgrime. Y se ha conseguido una convivencia más “afable” entre dos realidades paralelas: la de los que desean disfrutar de la fiesta nocturna y la de los que quieren dormir para aprovechar el día, en una localidad que en verano multiplica por diez su población: de 11.000 habitantes a unos 110.000. “Este año el consumo de alcohol en la vía pública ha descendido un 80%”, detalla Jiménez, que ensalza la colaboración de las empresas de ocio y restauración tras el contacto con los mediadores, elemento importante para la prevención. 

El regidor informa de que asimismo se han rediseñado algunos procedimientos de la policía. “Ahora las sanciones por vía administrativa a los menores se comunican a los padres, y cuando se trata de extranjeros se trasladan al ayuntamiento de origen”. Además, subraya, la reducción drástica de los conflictos de baja intensidad libera a los agentes para cuestiones más calientes.

Hasta la próxima

miércoles, 15 de agosto de 2018

LO ÚLTIMO NO SIEMPRE ES LO MEJOR

(Traigo aquí un artículo publicado en El País, el día 9 de este mismo mes de agosto, que por si pudiera suscitar algún tipo de interés no puedo dejar de añadir mi granito de arena para intentar aumentar su difusión tratando de frenar la creciente tendencia a pensar que “lo último siempre es lo mejor”, ya que el escrito evidencia que aún queda una “resistencia” con la lucidez necesaria para enfrentarse a semejante disparate). Se titula: 

‘Los renegados de Silicon Valley que ahora quieren frenar a las tecnológicas’

“Exempleados de Google y Facebook crean una organización para forzar cambios que frenen los excesos de las grandes compañías del sector y eviten los comportamientos adictivos de los usuarios”

Fueron empleados de Google, Facebook o Twitter y ocuparon cargos relevantes. Alguno de ellos fue incluso asesor personal de Mark Zuckerberg. Explotaron; se dieron cuenta del daño que el mal uso de la tecnología está causando a la humanidad, de cómo las plataformas están estratégicamente diseñadas para generar adicción. El pasado febrero, ocho extrabajadores de las más potentes tecnológicas de Silicon Valley lanzaron el Center for Humane Technology en San Francisco, una organización sin ánimo de lucro que persigue despertar a los usuarios sobre los efectos nocivos de la tecnología en su salud y presionar al Gobierno estadounidense para que endurezca las normas que regulan el sector. Su prioridad es introducir la ética en el diseño de la tecnología.

Lynn Fox y Sandy Parakilas, ex empleados de Google y Facebook y ahora detractores de las tecnológicas, en San Francisco. EVAN DAVIS

"La tecnología no es neutral y las consecuencias son obvias. Está cambiando el modo en que mantenemos conversaciones, nuestra forma de pensar y está causando estragos en nuestro sistema democrático", explica en una charla TED Tristan Harris, uno de los fundadores del proyecto que en 2016 dejó su puesto como diseñador ético en Google, donde estudiaba cómo modificar los productos para hacerlos menos intrusivos en la vida de los usuarios. Harris lanzó en ese momento la plataforma Time Well Spent (en español, tiempo bien empleado), ahora integrada en el nuevo proyecto. "Con las alertas, el móvil te dice en qué tienes que fijar la atención en cada momento. Tenemos que entender que pueden programar nuestra mente con pequeños pensamientos [en forma de alertas en la pantalla del móvil] que no hemos elegido", añade Harris, experto en técnicas de persuasión por la Universidad de Stanford. 

Su gran aliado para poner en marcha el centro fue Roger McNamee, inversor de empresas tecnológicas y asesor personal de Zuckerberg durante varios años. En un post publicado en la revista Washington Monthly, McNamee explica que en 2016 ya alertó al fundador de la red social del mal uso que se estaba haciendo de Facebook con la publicación de informaciones erróneas. Su última conversación fue en 2017, cuando ya existían evidencias, que más tarde se confirmaron, de que piratas informáticos rusos habían creado cuentas falsas para tratar de influir en la opinión pública a favor del entonces candidato republicano Donald Trump. Sus alertas no fueron tomadas en consideración y Zuckerberg le contestó que Facebook no era un medio de comunicación ni era responsable de las acciones de terceros. McNamee decidió que nunca volvería a estar dentro. 

El Center for Humane Technology es una alianza sin precedentes de exempleados de las tecnológicas más potentes. A Harris y McNamee se unieron Justin Rosenstein, creador del botón de Me gusta de Facebook; Lynn Fox, exresponsable de comunicación de Apple y Google, o Sandy Parakilas, director de operaciones en el departamento de privacidad de Facebook entre 2011 y 2012. 

“Es muy complicado conseguir que la gente entienda por qué la tecnología genera daños”, cuenta Lynn Fox en conversación telefónica desde San Francisco. “La falta de control sobre las redes sociales tiene consecuencias graves, como el incremento de casos de depresión entre adolescentes o la difusión de trastornos alimentarios”, añade Fox, que durante más de 25 años ha trabajado en la industria. En los últimos meses se han reunido con Google, Apple o Facebook para mostrarles algunos de los documentos en los que están trabajando, como una guía ética para desarrolladores en la que incluirán datos estadísticos de los trastornos que provoca en la salud la adicción a la tecnología y alternativas para el diseño de los productos. 

"Analizan los datos de los usuarios y los utilizan para predecir qué les hará reaccionar de forma más intensa. Los algoritmos dan ventaja a los mensajes negativos: el miedo y el odio producen más enganche.

Sobre Facebook, el colectivo denuncia que su algoritmo está diseñado para maximizar la atención de los usuarios y las horas que dedican a la plataforma, tiempo que está directamente ligado a los beneficios que la tecnológica obtiene por publicidad. "Analizan los datos de los usuarios y los utilizan para predecir qué les hará reaccionar de forma más intensa. Los algoritmos dan ventaja a los mensajes negativos: el miedo y el odio producen más enganche", critica McNamee. 

Sandy Parakilas, exresponsable de operaciones en Facebook, tiene identificado el problema fundamental de la red social. “El modelo de negocio se basa en hacer crecer el número de usuarios y las conexiones e interacciones entre ellos para, de esa forma, aumentar su base de datos”, explica por teléfono desde San Francisco. Cree que igual que hacen otras tecnológicas como Microsoft, Facebook podría comercializar su producto y no basar su facturación en la publicidad. “Microsoft Word es una herramienta por la que pagas; nadie está vendiendo tu atención a terceros, que es lo que hace Facebook”, opina Parakilas. “Para ofrecer una plataforma que responda a las necesidades de los usuarios tendrían que renunciar a parte de los ingresos, ser un poco menos rentables, y no van a pasar por ahí”. 

De su estancia en Facebook durante más de un año, Parakilas critica que su departamento, encargado de asegurar que no se violara la privacidad de los usuarios con la inserción de publicidad en la plataforma, contaba con muy pocos recursos. “Me di cuenta de que proteger a los usuarios nunca sería una de las prioridades de la compañía; están centrados en el crecimiento económico y en estudiar fórmulas para atraer su atención” 

Hasta la próxima

lunes, 6 de agosto de 2018

SOLO SON 200.000 LOS FALSOS AUTÓNOMOS

Hace más de cuatro años escribía yo en este mismo espacio el post que reproduzco más abajo, y lo vuelvo a traer aquí porque parece que ahora es noticia recurrente, como se puede leer en la prensa del día. O lo que es lo mismo, que la Historia siempre se encarga de poner las cosas en su sitio.


Lunes, 10 de marzo de 2014 

EL FALSO AUTÓNOMO 

Hace un par de años, cuando el desempleo juvenil (hasta los 35 años) era algo menor que ahora, un joven con un título universitario técnico de grado medio oyó la misma respuesta en las cuatro últimas entrevistas de trabajo a las que tuvo acceso: “Te puedes dar de alta como autónomo y con un contrato mercantil, no laboral, trabajar en exclusiva para nosotros. Así, es muy probable que, fueras admitido en esta empresa.

Poco tiempo después tuvo la oportunidad de preguntar por teléfono en un programa de televisión a la portavoz de una consultora nacional de RR.HH cómo era posible tal coincidencia de criterio en cuatro empresas de sectores distintos. Y aquella señora, para todo aquel que quisiera oírlo, más o menos (hablo de memoria), le dijo:

“Los jóvenes, con una tasa de desempleo del 50% incluyendo a los recién titulados, encuentran grandes dificultades para conseguir una entrevista y obtener el empleo que desean. Sin embargo, es imprescindible que se incorporen cuanto antes al mercado laboral y que inviertan tiempo y esfuerzo en lograr una experiencia profesional acorde con sus vocaciones.

Es decir, es más importante la incorporación al mundo laboral cuanto antes que el tipo de contrato por el que se accede, sea este laboral o mercantil. Trabajar como autónomo también tiene sus ventajas. Cuando uno es su propio jefe dicha situación otorga total autonomía para la toma de decisiones, gestionando su propio tiempo sin depender de superiores o de socios.”

Ayer domingo, las páginas de El País Negocios hablaban, casi de forma monográfica de la precariedad en el empleo, partiendo de un editorial muy serio en el que le baja los humos a los/as que siguen lanzando las campanas al vuelo para hacerle la pelota a quien corresponda en cuanto detectan algún síntoma favorable, aun sin confirmación. Y que en relación con el tema que nos ocupa, el artículo dice: “La realidad es que los indicios de recuperación del empleo se fundamentan en empleo precario y conversión forzada de asalariados en autónomos.”.

Y apoyándose en las opiniones de una decena de expertos dicen que el empleo autónomo que se promociona desde el Gobierno y que genera mucho asalariado encubierto, al dejar de estar protegido por los convenios colectivos, llegaron al 70% del incremento de las afiliaciones a la Seguridad Social del pasado mes de febrero. Concretamente, 44.000 trabajadores autónomos del total de 61.000 afiliados.

Así, se pregunta el artículo: “¿Cuántos de ellos son personas que han comenzado un nuevo negocio y cuántos se han dado de alta para ejercer el mismo trabajo que antes hacían como asalariados en la misma empresa que externaliza servicios y trasvasa todo el riesgo al trabajador y que, por supuesto, no representa creación de empleo?

El secretario general de UPTA (Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos), Sebastián Reyna, admite que una parte importante de las altas de trabajadores por cuenta propia se está produciendo por una externalización de servicios de las empresas que antes no se producía, como ocurre en el sector de la educación. Según UPTA, los empleados autónomos que trabajan para una sola compañía ascienden a 265.000, y es el colectivo que crece a un mayor ritmo, el 11%. “Es la parte de la precariedad del trabajo autónomo”, asegura Reyna.

Dicen que los falsos autónomos, como se conoce a este colectivo, no son exclusivos de España. “Es un fenómeno propio del Sur de Europa, donde hay un tejido empresarial especialmente débil. Al fin y al cabo, con este tipo de relación laboral, lo que hace el empresario es trasladar todo su riesgo al empleado.” 

Según Reyna, la situación del mercado laboral no se solucionará mientras no se aborde en España un cambio del tan traído y llevado modelo productivo, “solo tendremos empleo precario, fundamentalmente temporal”. En su opinión, el Gobierno está cargando sobre los hombros de los autónomos más responsabilidad de la que pueden asumir, puesto que, como parte más débil de la cadena empresarial, “no vamos a poder sacar a España de la crisis porque no somos determinantes en la economía, como son el sector público o las grandes empresas”. 

Hasta la próxima

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.