lunes, 16 de noviembre de 2020

LA VACUNA COMO ESPECTÁCULO

(SE AVECINAN MARATONES DE MARKETING)

Cuando nos dejamos llevar por las emociones y prescindimos de la racionalidad actuamos por impulsos irresistibles. Esto ha sido así desde siempre. Por eso, ante la incontrolada plaga que estamos padeciendo y de la que nadie es capaz de vaticinar su desenlace, la noticia de Pfeizer de una vacuna prometedora ha activado todos los resortes que estimulan nuestras emociones. Incluso antes de asimilar la sorpresa aparecieron el asombro, entusiasmo, credibilidad, esperanza, aceptación, confianza y otras sensaciones similares que estimulan los sentidos. Aunque los árboles de la posible eficacia de la vacuna nos impidan ver el bosque de su incierta SEGURIDAD.
La seguridad es tan importante como la eficacia
Pero ¿qué grado de seguridad presenta la vacuna?

“Si nos quedamos con la probabilidad de 1 de cada 10 000 y la trasladamos a los 300 millones de personas a los que se prevé vacunar solo en Estados Unidos, el número de personas que sufriría los efectos secundarios ascendería a 30 000, una cifra elevada. Está claro que los médicos tienen que garantizar que no van a causar daños, además de que cualquier efecto secundario grave atribuible a la vacuna dañaría, y mucho, su prestigio y afectaría significativamente a su acogida.” (Adam Kleczkowski. Professor of Mathematics and Statistics, University of Strathclyde).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) contabiliza en la actualidad 47 vacunas en evaluación clínica y 10 de ellas ya han llegado a la fase 3. De esta decena, solo dos están basadas en ARN mensajero, pero ahora mismo se sitúan entre las más prometedoras: la de Moderna y la Pfizer. La técnica es tan novedosa que hoy en día no hay ninguna vacuna similar en el mercado. La idea es introducir en nuestro organismo una secuencia genética (el ARN mensajero) que penetra en nuestras células para que ellas mismas fabriquen el antígeno, es decir, la proteína frente a la que va a reaccionar el sistema inmunitario, en este caso, la espícula. Del SARS-CoV-2.

Pero el hecho de que sea la primera vez que se desarrolla una vacuna basada en esta tecnología también genera dudas. “No hay antecedentes. Sería la primera vez que se autoriza una vacuna de ARN mensajero y las agencias van a mirar con lupa todo lo que tiene que ver con la seguridad”, augura el científico español García Rojas.

(Por cierto, que hoy lunes, a una semana justa del bombazo de Pfizer, y mientras escribo estas líneas, surge la noticia sobre la vacuna de Moderna, la cual, según dicen sus promotores, mejora la eficacia de la de Pfizer en 4,5 puntos, de 90 a 94,5% y no tiene problemas de refrigeración: se puede conservar en un frigorífico casero. Por lo que, de entrada, el avance para la logística de distribución es sustancial. Pero sigue sin definirse el asunto de la Seguridad).

Y ahora, vamos al Marketing.

Esta mañana, antes de que apareciera la noticia sobre la Moderna yo tenía pensado decir aquí cómo intuía la estrategia de comunicación para el lanzamiento al mercado de la Pfizer, a la vista del multitudinario eco que había tenido su bombazo. Mi teoría era que no tendrían que gastarse ni un dólar en marketing, porque todos los medios del universo mundo le estaban haciendo la campaña por tierra, mar y aire… gratis total. Mientras durara el chollo.

Es decir, un Inbound Marketing de libro, que es una especie de vuelta a la época de los fenicios, cuando llegaban a un puerto mediterráneo en donde no había de nada y las telas y baratijas que traían en sus arcas se las quitaban de las manos. De ahí viene el dicho: “El buen paño en el arca se vende”. 

Pues ahora, en estos tiempos del Marketing Digital, el Inbound Marketing es una de las especialidades, y cuando anuncian que va a salir al mercado un artefacto nuevo (quiero decir: en vez de Pepito 7 es Pepito 8), por ejemplo, en Barcelona, en la tienda de Paseo de Gracia con Plaza de Cataluña, yo los he visto la noche antes con sacos de dormir, para ser los primeros por la mañana en “quitárselo de las manos” a los dependientes que no daban abasto. La Historia se repite.


Bien, pues en unas horas he cambiado de opinión y creo (vamos, estoy seguro) que las agencias de marketing y publicidad, sobre todo USA, se estrujarán el cerebro para encontrar ASAP, nuevas variaciones de Marketing para los maratones que se avecinan en el reparto de la tarta. 


Hasta la próxima, (que nos ocuparemos de la cosa en España)

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.