lunes, 24 de febrero de 2014

LA CAPACIDAD OCIOSA

Se entiende por capacidad ociosa la infrautilización de la producción de una empresa que no es capaz de vender todo lo que puede producir. Una empresa para poder operar requiere de unas instalaciones que conformen la capacidad de producir lo que ha proyectado vender para que le salgan los números. Así que lo ideal sería que esas instalaciones fueran aprovechadas al 100%, cosa que en muchos sectores casi nunca se cumple, ya sea por falta de planificación o por situaciones ajenas al control de la empresa, como por ejemplo: la falta de suficiente demanda; con crisis o sin crisis. 

“La economía española está centrando su recuperación en el incremento de las exportaciones que busca suplir la fuerte caída de la demanda interna provocada por la crisis económica y aprovechar el descenso de los costes laborales y la devaluación interna.” 

En decir, la empresa no puede vender todo lo que puede producir. Si por ejemplo, tiene capacidad para producir 10.000 unidades de determinado bien o servicio, pero solo puede vender 6.000 tendrá una capacidad ociosa de un 40%. En esta situación le resulta más ventajoso no producir a su capacidad total que tener una gran cantidad de stock que lo tenga que malvender o, posiblemente, se quedará obsoleto o caducará. 

Sin embargo, convendría recordar cómo se ha llegado, en la mayoría de los casos, a este tipo de situaciones. Así, en los buenos tiempos (digamos 2000 – 2007), cuando “España iba bien o jugábamos en la Champions”, pero estábamos en la “inimaginable víspera” de una de las mayores hecatombes económicas de la Historia, no solo se pinchó la burbuja inmobiliaria y en consecuencia la financiera, sino que montones de pymes, animadas por aquellos triunfalistas eslóganes, al ver cómo lo vendían todo como churros se dijeron: “Si con 50.000 de inversión en instalaciones y 60 tíos vendo X, con 15.000 más de inversión y otros 15 tíos podré vender y ganar el doble”.



Pero vino lo que vino y la demanda cayó en picado. Los stocks salían por las ventanas y no se podían pagar los leasing de las últimas instalaciones ni a los proveedores, y había que hacer un enorme esfuerzo para hacer frente no solo los gastos de personal de los “últimos fichajes” sino que la caída en picado de las ventas se tradujo en una capacidad ociosa del 30 ó 40%, lo cual empujó a la calle a un porcentaje similar de personas mediante EREs o prejubilaciones anticipadas, y en muchos caso “por las bravas”. 

Gente a las que hace tiempo se les ha acabado cualquier prestación por desempleo y han perdido toda esperanza de volver a aquellos sectores de empresas a las que se les derramó la leche. Pero que ahora han descubierto además de la Exportación, de la que no se habían preocupado en su vida, lo que es la Productividad en la España actual. 

Y lo más importante de todo: tienen a su favor la Ley, pero la de verdad, la de última instancia, la del TC: “ 

“Por siete votos a favor y cuatro en contra, el Pleno del Tribunal Constitucional ha avalado la regulación de las indemnizaciones por despido improcedente que introdujo el decreto ley de reforma laboral al pasar de los 45 días durante 42 mensualidades como máximo antes de dicha reforma a los 33 días y 24 mensualidades a partir de febrero de 2012.” 

Hasta la próxima semana.

lunes, 17 de febrero de 2014

LOS MODERNOS GALEOTES

“Cuando el gobierno alardea de sus proezas económicas, me siento como el esclavo romano, encadenado a su remo en las galeras, al que un tribuno anuncia la conquista de tierras a los bárbaros por parte del Imperio. Para el esclavo nada cambia. El descenso de la prima de riesgo y el alza de las bolsas en nada mitigan su precariedad laboral, las agonías económicas, el estrés de la competitividad o la ausencia de coberturas sociales. No hay ganancias para él. Estos ficticios éxitos, propios de un país a saldo, son la manera de borrar el atisbo de principios nuevos que condujeran a otro modelo de sociedad.“ 

O lo que es lo mismo: a nuestros dirigentes se les llena la boca con “éxitos” de escasa relevancia conseguidos para la “Marca España”, o basados en promesas que pueden magnificar a voluntad pero que no pueden ser contrastadas porque han acaparado todo el poder en los medios, sobre todo en las TVs. (La rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ofrece en directo el canal 24 h de TVE es de república bananera. No tienen ni siquiera la delicadeza de cambiar de silla a los mismos periodistas que viernes tras viernes son los únicos que reciben el visto bueno de la Vicepresidenta para que les pasen el micro y pregunten). 

Y es que al igual que al galeote que estaba condenado a remar en galeras del barco romano, encadenado al remo hasta su muerte, le importaba un pimento que después de 120 años de guerras púnicas Roma hubiera arrasado Cartago y borrado del mapa al Imperio Cartaginés, seguramente al parado español (y no te digo si es de larga duración) se la trae floja que suba el PIB, baje la prima o los intereses de la deuda si en su casa no pueden ni comer.


Es decir, los desempleados y sus familias, así como los excluidos sociales y los que han sido empujados a lo más bajo de la escala social quedan al margen de esas “buenas cifras macros” que machaconamente nos repiten por la tele, aunque las disfracen en porcentajes (ridículos en muchos casos) y discutan en esos mismos medios entre rosas y azules por la nimiedad de unas décimas arriba o abajo. 

Verbigracia, hay un catedrático valenciano de Economía llamado Rafael Doménech, que es el actual Jefe del Servicio de Estudios del BBVA y está ofreciendo informes a tutti plen, recordando en todos ellos que la Reforma Laboral debe profundizar en los recortes salariales, en sintonía con esos premios Nobel del FMI y de la Comisión Europea y de las correspondientes patronales. Porque, según dice, no importa que esa moderación salarial afecte negativamente al consumo interno, ya que es la única forma de que se creen este año unos 60.000 puestos de trabajo netos. Penoso, ¿verdad? 

Bueno, pero como todo es relativo en el tiempo y en el espacio, para hacerse una idea de lo que significan 60.000 personas, habría que recordar que ese es el número máximo de espectadores que acoge el Estadio de Mestalla el día que viene el Barça. O el número de solicitudes que vienen presentándose en una Comunidad autónoma cuando se demandan 30 plazas de municipales o de empleados municipales de limpieza

Hasta la semana que viene.

lunes, 10 de febrero de 2014

LA REFORMA LABORAL CUMPLE HOY DOS AÑOS


Hace un mes escribí aquí un post titulado “Salarios y Productividad” que habla de un informe del Servicio de Estudios del BBVA que defiende que para arreglar España hay que bajarle el sueldo a la gente que trabaja. Y uno se pregunta: ¿pero es que España no es el conjunto de todas sus gentes? ¿O España solo es un trocito de color tierra en un mapa-mundi?

El informe trata de desmontar la teoría dominante entre los economistas no neoliberales y que propugnan los efectos negativos de la moderación salarial cuando argumentan que provocaría una reducción de las rentas de los hogares, un menor consumo privado y una menor demanda. El BBVA, por el contrario, asevera que esta es una "visión parcial" de la economía que no tiene en cuenta el efecto del salario sobre el empleo, como precio del factor trabajo. 

Pero a esta teoría defendida por el BBVA responde con gran entereza, Juan Laborda, en un link que aparece en el mismo post, y que no creo que haya pasado desapercibido, porque además de que la gente es muy lista el post ha tenido una gran aceptación entre los lectores. Es un magnífico artículo, titulado “Las falacias del estudio de BBVA sobre salarios”, y que remata así:

“Las recomendaciones de los autores, la disminución del salario real llevará en realidad a una subida del margen de beneficios por unidad vendida, pero la masa de beneficios totales no cambia en modo alguno, mientras que la renta nacional, ventas y empleo global disminuirán. La propuesta de recortes salariales hecha por los autores acabaría siendo contraproducente, aceleraría la espiral deflacionista y hundiría rápidamente el sector bancario, en el cual ellos trabajan. Y la deflación por deuda, les aseguro que es el peor de los males posible. Ah, disculpen estos autores que aún no se han enterado aún que estamos en una recesión de balances.


Bien, pues la teoría del BBVA se está llevando a cabo con todas sus consecuencias, porque según una encuesta realizada entre un centenar de grandes y medianas empresas por People Matters indica que el 21% de ellas han reducido sus salarios de entrada. “Las nuevas contrataciones se hacen bajo condiciones diferentes. Entre 2012 y 2014 han descendido los sueldos por encima del 20% en todas las categorías laborales”, señala Susana Marcos, socia de la consultora, quien remacha “se están ofreciendo retribuciones de 2007 o 2008”.

El año pasado los empleados de nueva contratación ganaban un 15% menos que sus colegas; si eran técnicos cualificados o mandos intermedios la rebaja era de un 13,5% y casi un 14%, respectivamente, y de un 12,5% menos que en 2012 si eran administrativos. 

Los sectores donde más se ha notado esta diferencia entre los recién contratados y los antiguos son: comunicación y entretenimiento, tecnologías y telecomunicaciones, servicios, ingeniería y construcción. Pero no solo en ellos. Antonio Fernández Aguado, director de recursos humanos de Famosa, confirma que en su empresa antes de la crisis las nuevas contrataciones se hacían por unos 25.000 euros anuales en tanto que ahora es por 20.000 euros. “Queda muy poco personal antiguo en la compañía”, asegura el directivo, que resalta la ganancia de competitividad de Famosa en estos años. Con una plantilla de 1.000 empleados, 600 en España, el coste por hora trabajada en China es de un euro, frente a los 20 euros de nuestro país, mantiene Fernández. 

Y por otro lado, un artículo de El País de ayer domingo titulado “La devaluación salarial hace horas extras”, empieza diciendo que “Las horas extraordinarias no cobradas crecieron un 28,5% en 2013” y “El aumento del trabajo no remunerado se duplicó en los trabajos a tiempo parcial” 

O sea, que la cosa va en serio. 

Hasta la semana que viene 

lunes, 3 de febrero de 2014

REFORMAS, CRECIMIENTO Y EMPLEO

La crisis, tiene estas cosas: ha convertido a muchas personas en “economistas amateurs”, y uno de los conceptos más utilizado por ellos actualmente es el del crecimiento. El mantra que nos debe sacar de este lío en el que andamos metidos: “Hasta que no volvamos a crecer por encima del 2% no bajará el paro”, se les oye decir con seguridad (seguramente porque lo habrán leído en algún sitio) tanto en los foros de debate de la Red como en las charlas de café. 

Sin embargo, esa afirmación popular podría tornarse un tanto dudosa de hacerle caso a las atrevidas palabras del Presidente Rajoy el pasado día 14, que en su visita a Washington, en un encuentro con un reducido grupo de periodistas estadounidenses, afirmó “que, gracias a las reformas, España creará empleo incluso con tasas bajas de crecimiento”. "Con solamente un poco de crecimiento veremos creación de empleo", pronosticó Rajoy, según recoge el diario The Wall Street Journal.

Rajoy visitando la redacción de The Wall Street Journal

Pero parece que el asesor de turno de nuestro Presidente ese día no debió informarle de que estaban en la tierra de un tal Arthur Okun, el cual, en 1962, propuso una conocida teoría que lleva su nombre: Ley de Okun, que más que una ley es una observación empírica que señala “la correlación existente entre los cambios en la tasa de desempleo y el crecimiento de la economía de un país”. (Supongo que el asesor del Presidente de hace unos días en USA no sería el mismo que en las elecciones presidenciales de 2008 le aconsejó que leyera la historia de la niña).

Por otra parte, Okun señalaba que para mantener los niveles de empleo una economía necesita crecer cada año entre el 2,6% y el 3%. Cualquier crecimiento inferior significa un incremento del desempleo. La Ley de Okun dice, además, que una vez conseguido un nivel de empleo, para mantenerlo es necesario crecer dos puntos porcentuales por cada punto de desempleo que se quiera reducir. Es decir, el doble de crecimiento que de empleo. Pero no se puede aventurar el porcentaje exacto, ya que depende del período y país considerados, aunque lo normal es que esté alrededor del 2,5 %. En definitiva, venía a decir que sin una tasa de crecimiento del PIB de entre el 2 y el 3% no puede crecer el empleo. 


“La reforma del Gobierno del PP abarató el despido y propició el ajuste salarial. La idea era que, ante la caída de la actividad económica, se facilitara a las empresas congelar (o reducir) sueldos y modificar otras condiciones laborales para limitar los despidos. Pero, como avisaron los expertos, ese cambio legal en plena recesión por un duro ajuste presupuestario y con los mercados llenos de desconfianza, generó congelación salarial, pero también más despidos. En 2012 y 2013, el ritmo de destrucción de empleo volvió a casi triplicar la caída del PIB. Y los valedores de la reforma (el FMI, la OCDE o Bruselas) piden más: nuevos recortes salariales, pero también limitar la contratación temporal y potenciar las políticas activas de empleo.” 


Fuente: Deloitte (Barómetro de empresas, 
Consulta noviembre 2013-enero 2014).


Hasta la semana que viene.

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.