jueves, 14 de julio de 2022

LA PRODUCTIVIDAD Y LA RIQUEZA DE LAS NACIONES

“La productividad no lo es todo, pero a la larga lo es casi todo” (Paul Krugman, Premio Nóbel de Economía en 2008)

Las grandes corporaciones estaban integradas en la economía de mercado, pero desde hace algún tiempo esto ha cambiado ya que juegan en otra liga, aunque hay que reconocer que ejercen un papel fundamental en la productividad, la cual favorece al PIB per capita del país. Es decir, la economía ya no es manejada por la mano invisible de Adam Smith, sino por la mano poco visible de algunos CEO de grandes compañías que planifican su estrategia de crecimiento en función de sus intereses, como parece lógico. 

Pero también es verdad que este planteamiento es ambivalente ya que provoca acusadas desigualdades en la distribución de la riqueza de las naciones. Además, estas corporaciones caen fácilmente en la tentación de formar oligopolios, con muy graves consecuencias para el tejido empresarial en su conjunto, como se está demostrando en la actual crisis energética, donde “parten el bacalao” muy pocas compañías que parece claro que tienen patente de corso, siendo en gran parte causantes de esta inflación.

(En octubre de 2020 se supo que 20 multinacionales con sede en España pagaron una tasa real en el impuesto de sociedades inferior al 2% y una gran mayoría se mantuvo por debajo del 15%, frente al 25% que terminan pagando la mayoría de las pymes).


Tamaño y Productividad empresarial 

El tamaño de las empresas está vinculado a la productividad. En 2013, según la Encuesta Industrial de Empresas, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la productividad total de la industria manufacturera española fue de 53.623 euros. Mientras que la productividad en la microempresa (menos de 10 empleados) se situó en 27.099 euros, en el caso de las grandes corporaciones (250 o más asalariados) la media ascendió a 77.077 euros” (Según El País, 22-febrero-2015)

(En estas cuestiones, unos años de diferencia en la fecha de la noticia (2015 vs 2022) no debería importar demasiado, ya que “una puesta al día” podría resultar más espinosa).




“El tejido empresarial español corre el riesgo de enfrentarse a la misma brecha que se ha abierto entre los clubes de fútbol, donde solo un privilegiado grupo de equipos, cada vez más reducido, se disputan la Liga (y la Champions) y el resto malvive y pelea por no descender. Las grandes compañías españolas miran de tú a tú a las principales multinacionales del planeta. Sin embargo, estos transatlánticos son apenas una gota en el océano empresarial del país, donde la microempresa es el modelo societario dominante.” (Del mismo artículo de El País)

Y para acabar, y como es cierto que una imagen vale más que mil palabras, a continuación dejo aquí un enlace del diario Expansión donde figura una tabla en la que aparecen el cúmulo de efectos que provoca una baja productividad. 



Hasta la próxima

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.