sábado, 31 de julio de 2021

ALGORITMOS

Hace unas noches estaba viendo unos capítulos de la serie de Movistar “The good fight”, que trata de las peripecias que suceden en un bufete de abogados de color, en Chicago, y me topé con algo que no hace mucho conocí y lo comenté en un post en este blog en febrero pasado.

Efectivamente, en dicho bufete hay dos personajes (por cierto, caucásicos) que controlan en un ordenador si en los casos complicados en los que el computador está especializado coincide el pronóstico de los letrados que los llevan con el de la máquina. Y en la mayoría de los casos es imposible rebatir el criterio de los algoritmos digitales.

Es decir, en la ley, los analistas jurídicos llevan camino de ser reemplazados por la inteligencia artificial, lo que significa que la defensa de un caso puede depender bastante de los algoritmos. De igual manera, hay un software que ayuda a predecir futuros delincuentes y en base a sus resultados se decide si alguien obtiene la libertad condicional o no. Este algoritmo está presuntamente sesgado.

La existencia del algoritmo no se limita únicamente a las redes sociales, donde estos sistemas invisibles conocen mejor que los usuarios sus gustos e intereses, o eso hacen creer. Cada imagen, vídeo, enlace o post que aparece en el muro de Facebook es producto de una operación sistemática de probabilidades que define que ello capturará a quien navega. Los algoritmos moldean la realidad más de lo que imaginamos.

El profesor británico Dionysios S. Demetis, escribió en un artículo de «The Conversation» que su estudio los llevó a él y a un colega a la conclusión de que, «con el tiempo, los roles de la tecnología de la información y los seres humanos se han invertido».

Demetis explica su argumento afirmando que, en el pasado, los humanos utilizábamos la tecnología como herramienta, pero ahora la tecnología ha avanzado hasta el punto en que nos usa e incluso nos controla. Y agrega que los humanos no estamos «aislados de las decisiones que las máquinas están tomando por nosotros, sino profundamente afectados por ellas».


En la
Unión Europea están trabajando en un nuevo método de control migratorio basado en inteligencia artificial. Se trata de un sistema que escanea y analiza los gestos faciales y el comportamiento de extranjeros en búsqueda de indicios que revelen que la persona miente u oculta algo.

Un ejemplo conocido es el algoritmo que fija los precios en Amazon (y prácticamente en todos grandes portales de comercio online), de los que una investigación reciente descubrió que aprenden sistemáticamente a seguir patrones monopolísticos; es decir, que de forma automática actúan en perjuicio de los consumidores y no a su favor.

El futuro del trabajo de las personas también recae en manos de los algoritmos, al existir una herramienta para filtrar currículums y dar a los reclutadores los perfiles que buscan, sin que tengan que echar un vistazo a los otros candidatos que optan a un puesto. El estudio recuerda que en Amazon un algoritmo de currículums mostró sesgos de contratación.

«En noticias, lo que se conoce como análisis de sentimiento automatizado analiza opiniones positivas y negativas acerca de las compañías basadas en diferentes fuentes web», escribió Demetis. «A su vez, estos están siendo utilizados por algoritmos comerciales que toman decisiones financieras automatizadas, sin que los humanos tengan que leer las noticias».

El 85% de las transacciones de los mercados de divisas ya las realizan algoritmos, y en los mercados financieros se están convirtiendo en celebridades. Esto pasa porque, «a lo largo de los años, las personas que dirigían el sistema de comercio habían llegado a ver las decisiones humanas como un obstáculo para la eficiencia del mercado», explica el científico.

«A medida que las decisiones humanas son sustituidas por otras algorítmicas, y nos convertimos en herramientas cuyas vidas son moldeadas por máquinas y sus consecuencias no deseadas, nos estamos preparando para la dominación tecnológica», concluye en su artículo Demetis. E invita a pensar en lo que esto significa para los individuos y para la sociedad. 

Hasta la próxima


lunes, 12 de julio de 2021

VACUNAS CONTRA EL LIBERTINAJE

Sabido es que la juventud ha sido siempre una fuente inagotable de controversias políticas y sociales: es ley de vida. La posición que los adolescentes ocupan en la pirámide social, los avances que experimentan su formación y el cuasi biológico afán por cuestionar los valores tradicionales que su mentalidad les impide aceptar, han generado históricamente las lógicas tensiones intergeneracionales. Pero lo que está pasando hoy no tiene parangón con ninguna otra época, porque nunca se había puesto a prueba como ahora su responsabilidad personal. Hasta el punto de que después de siglos suspirando por la Libertad, cuando parece consolidada, la sociedad tiene que sufrir a una minoría de descerebrados crecida por el libertinaje, que si no se ataja podría llevar al país al caos. Por lo que Jamás le agradeceremos bastante a la Ciencia sus salvadoras vacunas.

Así que de juventud va hoy la cosa. Según el guión, tocaba hablar de las incubadoras y aceleradoras de startups y en particular de las españolas. Además, habría aprovechado para comentar lo que aprobó el consejo de ministros del pasado martes sobre rebaja de impuestos a las startups.

Pero menudo está el patio. Sin sanfermines, con las discotecas solo entreabiertas y los bares como antes, al ocio nocturno lo están dejando en los huesos. Y los guardias haciendo turnos para tratar de perseguir botellones. Como para no hacerle caso a esta cuestión.

Así que, aunque los chavales franceses ni pudieron oler el festival de Cruïlla (Barcelona) porque les bajaron la barrera, “solo” se vendieron 75.000 entradas, 25.000 por noche. Esperemos que les sea leve. Pero nada que ver con los llenazos en las finales de Wimblendon en la tarde de ayer y de hooligans (solo ingleses o residentes, ningún foráneo) en el Wembley Stadium, por la noche. Algo nos ocultan. Yo creo que hay otra cepa más: avitaminosis cerebral. Sin embargo, en Japón   ya han asegurado que los Juegos Olímpicos se celebrarán “a puerta cerrada”. Gradas vacías. O sea, antes, el sentido común iba por barrios; ahora parece que va por continentes.  

Pero, pese a todo lo dicho, no se puede generalizar. Porque la mayoría de jóvenes, a muchos de los cuales los conocemos por dedicarnos a tutorizar parte de su futuro profesional, no juegan a esa especie de ruleta rusa, y cumplen cabalmente con las normas establecidas por la sociedad. Así que, en ese orden de cosas, al final de este post quiero dejar claro lo que yo entiendo como las diferencias entre los conceptos de Libertad y Libertinaje.


En nuestra Comunidad, que con sus luces y sus sombras y dentro de lo que cabe no nos iba tan mal, el presidente, Chimo Puig, que yo creo que ha hecho méritos para ser el ministro de Sanidad, comparado con lo que hay, ha anticipado un planing de actualización de medidas preventivas para la Quinta Ola, en la que parece que ya estamos inmersos de hoz y coz.



“Tengo 20 años y no me importa pillarlo. Si tuviera 80 entonces me preocuparía.” (Oído a un joven en la tele sobre el covid)

Hasta la próxima



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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.