martes, 1 de diciembre de 2020

NUEVO EMPRENDIMIENTO EN ESPAÑA

El emprendimiento español ha dado un cambio radical en poco tiempo. A raíz de la crisis del ladrillo surgió una especie de emprendedor que necesitaba trabajar como fuera, ya que hacerlo por cuenta ajena estaba imposible. Por eso, la única salida que le quedaba era comprar un puesto de trabajo. De lo que fuera. O lo que es lo mismo, montarse su propio chiringuito. Así que la mayoría, sin dinero ni experiencia empresarial, se lanzó a una piscina vacía, sin tan siquiera sospechar que el fracaso podía estar a la vuelta de la esquina. Y hoy, por desgracia, aún están pagando las consecuencias. 

El informe "Mapa del Emprendimiento en España 2020" que acaba de presentarse, indica que el 66% de los emprendedores son recurrentes y la mitad de ellos emprende por vocación. Suelen tener una elevada cualificación y experiencia profesional anterior.

La mitad de ellos emprende principalmente por vocación. Los emprendedores ‘en serie’ o recurrentes lo son, principalmente por vocación (49%), más que por oportunidad (30%), mientras que, entre los emprendedores noveles, aquellos que por ahora solo han desarrollado un proyecto, ambos factores son muy similares: el 37% por vacación y 34% por oportunidad, las dos motivaciones esenciales para ambos perfiles a la hora de emprender.

Según los autores, la experiencia como emprendedores los lleva a cosechar un mayor éxito profesional. Así, un 18% de emprendedores en serie ya ha conseguido vender algún proyecto anterior. En paralelo, las probabilidades de fracaso disminuyen a medida que se crean startups. Si con un solo proyecto a sus espaldas, este índice es del 56%, disminuye al 12% con tres proyectos y al 8% con cuatro o más startups creadas. No obstante, el fracaso forma parte del propio aprendizaje de los emprendedores en serie: un 54% asegura haber tenido al menos una startup que no funcionó.

En España, solo un 1% de emprendedores estaba en desempleo antes de crear su proyecto. Una cifra que demuestra que no se está emprendiendo por necesidad porque la vez anterior no salió bien. Así que, de acuerdo con los datos, la mitad de los actuales emprendedores trabajaba por cuenta ajena en otra empresa y un 7% eran ‘freelancers’ anteriormente. El estudio sostiene que “la startup comienza a ser también una escuela de emprendedores, ya que un 5% de los emprendedores en activo estaba como empleado en una startup y tres de cada diez eran ya fundadores de una y, tras conocer el ecosistema, decidieron poner en marcha su propio proyecto.” 

A la vista de estos datos, se puede concluir que los emprendedores cuentan con una dilatada experiencia profesional antes de desarrollar una empresa. Su edad media se mantiene en los 34 años, una constante en este informe. Como lo es también la alta cualificación de los emprendedores, pues la inmensa mayoría cuenta con titulación universitaria y de postgrado, principalmente en áreas técnicas o STEM. A esto hay que sumar que un 14% de los emprendedores en España cuenta con la máxima formación: un doctorado. Este perfil se decanta por la creación de proyectos innovadores, gracias a la aplicación de tecnologías líderes como IA y Machine Learning, en áreas clave, como Salud (40%), proyectos B2B y de digitalización (15%), Energía (9%) y Transporte o Logística (9%).

El informe de Spain Startup-South Summit analiza la situación del ecosistema emprendedor español y permite ver la evolución de su comportamiento en los últimos siete años. Para su realización se ha tenido en cuenta una muestra de 1.800 startups de los 3.800 proyectos inscritos a la Startup Competition, de la que se ha elegido 100 startups finalistas de la edición omnicanal de South Summit 2020, que se celebró en Madrid del 6 al 8 de octubre pasados.

En consecuencia, es evidente que la formación empresarial y los programas de esta vanguardia de futuros empresarios deberá estar a la altura de los conocimientos que ya tienen adquiridos, así como la preparación del personal que se encargue de impartirlos.

Hasta la próxima

lunes, 16 de noviembre de 2020

LA VACUNA COMO ESPECTÁCULO

(SE AVECINAN MARATONES DE MARKETING)

Cuando nos dejamos llevar por las emociones y prescindimos de la racionalidad actuamos por impulsos irresistibles. Esto ha sido así desde siempre. Por eso, ante la incontrolada plaga que estamos padeciendo y de la que nadie es capaz de vaticinar su desenlace, la noticia de Pfeizer de una vacuna prometedora ha activado todos los resortes que estimulan nuestras emociones. Incluso antes de asimilar la sorpresa aparecieron el asombro, entusiasmo, credibilidad, esperanza, aceptación, confianza y otras sensaciones similares que estimulan los sentidos. Aunque los árboles de la posible eficacia de la vacuna nos impidan ver el bosque de su incierta SEGURIDAD.
La seguridad es tan importante como la eficacia
Pero ¿qué grado de seguridad presenta la vacuna?

“Si nos quedamos con la probabilidad de 1 de cada 10 000 y la trasladamos a los 300 millones de personas a los que se prevé vacunar solo en Estados Unidos, el número de personas que sufriría los efectos secundarios ascendería a 30 000, una cifra elevada. Está claro que los médicos tienen que garantizar que no van a causar daños, además de que cualquier efecto secundario grave atribuible a la vacuna dañaría, y mucho, su prestigio y afectaría significativamente a su acogida.” (Adam Kleczkowski. Professor of Mathematics and Statistics, University of Strathclyde).

La Organización Mundial de la Salud (OMS) contabiliza en la actualidad 47 vacunas en evaluación clínica y 10 de ellas ya han llegado a la fase 3. De esta decena, solo dos están basadas en ARN mensajero, pero ahora mismo se sitúan entre las más prometedoras: la de Moderna y la Pfizer. La técnica es tan novedosa que hoy en día no hay ninguna vacuna similar en el mercado. La idea es introducir en nuestro organismo una secuencia genética (el ARN mensajero) que penetra en nuestras células para que ellas mismas fabriquen el antígeno, es decir, la proteína frente a la que va a reaccionar el sistema inmunitario, en este caso, la espícula. Del SARS-CoV-2.

Pero el hecho de que sea la primera vez que se desarrolla una vacuna basada en esta tecnología también genera dudas. “No hay antecedentes. Sería la primera vez que se autoriza una vacuna de ARN mensajero y las agencias van a mirar con lupa todo lo que tiene que ver con la seguridad”, augura el científico español García Rojas.

(Por cierto, que hoy lunes, a una semana justa del bombazo de Pfizer, y mientras escribo estas líneas, surge la noticia sobre la vacuna de Moderna, la cual, según dicen sus promotores, mejora la eficacia de la de Pfizer en 4,5 puntos, de 90 a 94,5% y no tiene problemas de refrigeración: se puede conservar en un frigorífico casero. Por lo que, de entrada, el avance para la logística de distribución es sustancial. Pero sigue sin definirse el asunto de la Seguridad).

Y ahora, vamos al Marketing.

Esta mañana, antes de que apareciera la noticia sobre la Moderna yo tenía pensado decir aquí cómo intuía la estrategia de comunicación para el lanzamiento al mercado de la Pfizer, a la vista del multitudinario eco que había tenido su bombazo. Mi teoría era que no tendrían que gastarse ni un dólar en marketing, porque todos los medios del universo mundo le estaban haciendo la campaña por tierra, mar y aire… gratis total. Mientras durara el chollo.

Es decir, un Inbound Marketing de libro, que es una especie de vuelta a la época de los fenicios, cuando llegaban a un puerto mediterráneo en donde no había de nada y las telas y baratijas que traían en sus arcas se las quitaban de las manos. De ahí viene el dicho: “El buen paño en el arca se vende”. 

Pues ahora, en estos tiempos del Marketing Digital, el Inbound Marketing es una de las especialidades, y cuando anuncian que va a salir al mercado un artefacto nuevo (quiero decir: en vez de Pepito 7 es Pepito 8), por ejemplo, en Barcelona, en la tienda de Paseo de Gracia con Plaza de Cataluña, yo los he visto la noche antes con sacos de dormir, para ser los primeros por la mañana en “quitárselo de las manos” a los dependientes que no daban abasto. La Historia se repite.


Bien, pues en unas horas he cambiado de opinión y creo (vamos, estoy seguro) que las agencias de marketing y publicidad, sobre todo USA, se estrujarán el cerebro para encontrar ASAP, nuevas variaciones de Marketing para los maratones que se avecinan en el reparto de la tarta. 


Hasta la próxima, (que nos ocuparemos de la cosa en España)

jueves, 15 de octubre de 2020

‘LOS EMPLEOS LOS DAN LOS EMPLEADORES, NO EL ESTADO’

Estos días hará 38 años que Felipe González, que en octubre de 1982 se presentaba a las elecciones generales de la 2ª legislatura de la democracia, respondía en su última entrevista electoral en TVE a una pregunta del tristemente desaparecido periodista gaditano, José Oneto, con una frase que posiblemente fuera la clave de bóveda de su arrollador triunfo: “Que España Funcione”. Pero días antes ya había prometido la creación de 800.000 puestos de trabajo si salía elegido.

800.000 puestos de trabajo. Cifra mágica del socialismo que se vuelve a convertir en promesa de la mano de Pedro Sánchez, pese al “mal fario” que supuso en la legislatura de González. "Prometí 800.000 empleos y destruimos 800.000 empleos, y me callo para siempre porque los empleos los dan los empleadores, no el Estado", fueron las palabras que años más tarde pronunció el exlíder socialista. Pero esa frase no se dirigía al Ejecutivo actual sino que la pronunció en 2009 destinada al expresidente de Estados Unidos, Barack Obama, que acababa de llegar a la Casa Blanca con un anuncio de creación de 2,5 millones de empleos.


OTEANDO EL ESPACIO PARA ENCONTRAR UNA SALIDA A LA RECESIÓN (IMAGEN ADAPTADA DEL BLOG “THE CONVERSATION”)

Yo creo que hoy en España para tratar un tema, con tantas aristas como este, hay que andar con pies de plomo, y lo primero sería comparar la situación empresarial y sociolaboral de aquellos principios de los 80’ con la situación actual. 

En aquel tiempo, en España había industrias, aunque muchas de ellas obsoletas porque eran anteriores a la Guerra Civil y hacía tiempo que no se invertía ni un duro en mantenimiento o modernización. Pero eran lo suficientemente grandes para cargar con la mayoría del empleo, ya que el boom de las pymes de servicios no había estallado todavía. Además, estaba el Instituto Nacional de Industria (INI). En plena agonía y con muy mala prensa era el objetivo a batir por las empresas independientes, ya que muchas de las importantes del INI subsistían a base de subvenciones estatales en clara competencia desleal. Pero la cuestión era tener ocupado al personal para evitar conflictos.

Es decir, lo contrario que hoy, que solo dependemos del consumo, los servicios, el automóvil y la construcción. Por eso, a la vista de la gran fragilidad que han mostrado estos sectores con la pandemia (excepto el consumo imprescindible), sobre todo el Turismo, y que en el automóvil estamos “de prestado” porque cuando quieran se la llevan a otro país más barato, hay que ir buscando otros segmentos más acordes con estos tiempos, y los que se avecinan. De lo contrario, jamás levantaremos cabeza.

Por eso no es mala idea que los fondos que la UE nos proporcionará (toquemos madera) se pudieran orientar hacia lo que están pensados, aunque se vislumbren un montón de pegas y problemas, sobre todo de carácter personal y profesional por la carencia de especialistas en algunos de esos sectores. (Qué falta nos haría ahora esos españolitos que andan por ahí fuera a los que les hemos financiado buenas carreras y másteres y ahora dicen que. con todo el dolor de su corazón, no van a volver ni a tiros porque aquí ganan la mitad que allí.) Y para los que tengan interés y tiempo, ahí les dejo este enlace donde se puede ver al completo el programa del ya famoso Plan de Recuperación.

Y aquí un mínimo resumen ejecutivo del mismo:

Una hoja de ruta para los próximos seis años

- El plan de recuperación está orientado para el horizonte 2021-2026, dividido en dos periodos de tres años

- Del total de 140.000 millones de euros del paquete Next Generation de la Unión Europea (UE), 72.000 millones irán para el primer tramo

- A esto se sumarán otros 79.000 millones por fondos estructurales y política agraria hasta 2027

- En los primeros tres años, un 37% de los fondos irán para inversión verde y un 36% para transición digital


El foco en la transición verde y digital

Según los cálculos de Sánchez, unos 26.600 millones estarán diseñados para inversión en compañías verdes. El presidente avanzó además que se aceleran "en un 40%" los objetivos climáticos diseñados para 2025, que se adelantan a 2023.

El plan de recuperación también se centrará en la transformación digital. Junto a la transición ecológica, acumulan más del 70% de los fondos europeos. En este sentido, Sánchez puso de ejemplo cómo evolucionará el parque automovilístico español.

Según sus pronósticos, el plan de recuperación permitirá la instalación de 100.000 puntos de recarga para vehículos eléctricos. El objetivo es llegar a cinco millones de coches en 2030. 

El presidente valoró la posición de España en aspectos como la fibra óptica, con un "80,4% de cobertura, superior al Reino Unido, Alemania o Francia", o el potencial en energías renovables como la eólica o la fotovoltaica. 

(Muy optimista parece este planteamiento, pero tendremos que hacer de la necesidad virtud porque no queda otra) No obstante, para frenar tanto optimismo hay que recordar


¿Cómo funcionan los fondos europeos?

Las ayudas europeas para la crisis del covid no son un dinero que se ingresará en la cuenta del Gobierno y a partir de ahí se gastará. Conlleva todo un largo proceso:

  • Enviar planes de inversión a la Comisión.
  • Esperar respuesta.
  • Esperar a que la Comisión elabore el reglamento.
  • Firmar acuerdos.
  • Publicar los pliegos y condiciones de los fondos en casa.
  • Adjudicar y ejecutar.
  • Verificar que se cumple la inversión.
  • Certificar, mandar expedientes de vuelta a Bruselas.

Y a continuación, un resumen de las aplicaciones por sectores y en porcentajes:

Y PARA TERMINAR LOS NUMEROS





Posiblemente continuará.

Hasta la próxima.


domingo, 20 de septiembre de 2020

DE VUELTA A LA EMPRESA

Vuelvo a la cuestión empresarial, porque tengo la impresión de que el lector está rebasado por los acontecimientos sanitarios y un poco hartos de tantas noticias, verdaderas o falsas. Y no quiero ser yo quien inquiete más con el tema. Así, que de nuevo a lo mío.

Normalmente, los equipos que ganan la liga son los que disponen del banquillo más completo con suplentes bien preparados. El campeonato es muy largo y los jugadores titulares suelen sufrir diversas vicisitudes. Pues en el mundo de la empresa sucede algo parecido: para que un sector pueda conservar su tejido empresarial debe tener asegurado el relevo con empresas nuevas que puedan llegar a consolidarse.

Es decir, aunque el objetivo primordial del emprendedor potencial o naciente es lograr su éxito personal para labrarse un futuro profesional, y su misión no es sustituir a empresas fracasadas o con problemas, no cabe duda de que este es el único recurso de que dispone el sector correspondiente para asegurarse su continuidad y no enfrentarse a una debacle de dimensiones no cuantificables.

Pero es sabido que según el GEM (la moderna Biblia de las estadísticas de creación empresarial), la empresa novel que llegue a los tres años y medio (42 meses) y no se haya consolidado en su mercado ya tiene poco que hacer, por lo que el abandono de la actividad, la “bajada de persiana” o el traspaso (si puede) parecen asegurados.

Etapas del Emprendimiento hasta su consolidación empresarial (GEM-2013)


Por tanto, ante las conocidas dificultades que tienen que superar los emprendedores para llegar a consolidarse en empresas viables y que se comprueba en el estancamiento que desde hace quince años nos viene mostrando el GEM-España, con las pequeñas excepciones de los años más duros de la crisis anterior (2010-13), debido al insostenible desempleo que obligó al personal a buscarse la vida por su cuenta, 
parece obvio que ante la galopante recesión que nos asola (y lo que nos espera) que está cerrando montones de industrias y comercios, los agentes implicados tendrían que echarle imaginación a la cosa y cambiar de estrategia para intentar salvar a las pymes hundidas, o en vías de caer, antes que dedicarse a fomentar la creación de empresas nuevas similares a las que están cerrando, porque si no hay un profundo cambio de modelo de producción (que no se vislumbra), los nuevos proyectos solo serán “más de lo mismo”

Y en este orden de cosas, yo creo que los que estamos metidos, de una forma u otra, en este asunto tenemos cierta obligación de transmitir al ecosistema emprendedor los conocimientos que por cualquier medio nos lleguen y puedan serles útiles a nuestros colegas, y sobre todo si está relacionado con el conocido Modelo de Negocio Canvas (BMC), que desde la segunda mitad de la década del 2000 dio un gran impulso al asesoramiento empresarial para facilitar su enseñanza.

Pero todo en la vida evoluciona, y el Canvas no podía ser menos. Así que, desde 2012, viene sufriendo diversas transformaciones, siempre solapadas por el Canvas BMC. La más notable de sus derivadas es el Lean Canvas, que surgió con el libro “Running Lean” escrito por su descubridor, Ash Maurya, en 2010, y que se imparte en las Escuelas de Negocios y Universidades avanzadas, según dice el propio Maurya. En España lo difunde, por ejem: el CEEI (Centro Europeo de Empresas Innovadoras) por las 35 delegaciones nacionales que tiene la ANCES

Algunos críticos del Canvas (BMC) que se han pasado al Lean Canvas hablan de las desventajas de aquél, pero en realidad no las son. Se trata de limitaciones o de elementos en los que el Modelo no acaba de ser tan determinante como gustaría. Pero oigamos lo que opinaba sobre el tema, ya en octubre 2012, el brillante bloguero y experto valenciano, Javier Megías, antes de entrar en algunas diferencias entre ambos modelos:

- La mayor diferencia entre el Lean Canvas y el Business Model Canvas es su enfoque. Mientras el Lean Canvas se dirige a empresas que empiezan, o que solo son una idea de emprendimiento o un mero proyecto (sin haber aún ninguna empresa), el BMC es más útil para la empresa ya hecha y en el mercado, incluso aunque ya tengan otro modelo de negocios (si es necesario cambiarlo se cambia). Analizando en profundidad los cambios en ambos lienzos se confirma esta teoría. 

- Una limitación del BMC es que no considera la totalidad de los elementos de una empresa pese a que, como sabemos, se focaliza en 9: clientes, propuesta de valor, estructura de costes, fuentes de ingresos, recursos clave, socios clave, actividades, canales de distribución y relación con los clientes. Aunque en muchos casos éstos sean elementos estratégicos, pero no siempre. Hay empresas que echan en falta la integración de otros elementos y sus análisis.

- El BMC es rápido para ofrecer una visión estratégica del negocio, pero a la vez tarda demasiado cuando se trata de evaluar la situación de la competencia y, por tanto, el mercado en general. Hay que recordar que este análisis es fundamental para entender la diferenciación del negocio respecto a los competidores. Es decir, la ventaja competitiva.


En la imagen se ve que el Lean Canvas estriba precisamente en su simplicidad para validar la idea de negocio, respondiendo a 4 preguntas clave: quién, cómo, qué, cuánto. En cambio, el Business Model Canvas original se basa en cómo conectar el producto o servicio con el cliente (ya hay empresa). Pero si estamos en la fase primaria (solo idea o proyecto) y queremos saber si nuestro producto es la solución al problema de un público concreto, con el Canvas original no hay forma de saberlo. 

Hasta la próxima

sábado, 12 de septiembre de 2020

CONTRA LA INCERTIDUMBRE, TRANSPARENCIA

"No sabemos lo que durará ni lo profundo y doloroso que será. Ignoramos los meses que tardará en llegar la vacuna que permita acabar con el coronavirus y el coste sanitario, económico, social y de vidas humanas que habremos de pagar hasta que podamos dejar atrás esta pesadilla. Desconocemos si nos aguardan sucesivas oleadas de covid-19 y si estas traerán consigo nuevas curvas de fallecimientos y confinamientos o podremos afrontarlas con las herramientas de prevención que hemos incorporado a nuestras rutinas diarias.

No sabemos cómo funcionarán los colegios, si serán eficaces las fórmulas que se han anunciado o los escolares tendrán que seguir el curso desde casa y a través de una pantalla. Ignoramos si las oficinas serán seguras con las medidas sanitarias adoptadas o los rebrotes obligarán de nuevo a teletrabajar a quienes aún no hayan perdido el empleo. Desconocemos si los negocios que tuvieron que bajar la persiana hace seis meses podrán abrir o deberán permanecer cerrados, y si el sistema de salud aguantará un nuevo envite del virus o volveremos a la situación de la pasada primavera. ¿Cuándo retomaremos ese proyecto profesional que tuvimos que dejar en suspenso por la pandemia? ¿Cuándo podremos ir por la calle sin mascarilla ni miedo? No sabemos. A ciencia cierta, nadie sabe.” (El Periódico, 4-9-2020)

Pero lo que sí sabemos a ciencia cierta es que nuestra Sanidad no es la mejor del mundo, Con tristeza lo hemos comprobado. Y aquellos que mueven los hilos no repararon en el refrán castellano que dice “Más vale ponerse una vez colorado que ciento amarillo”. Porque cuando la gente se juega la vida, la salud, o el cocido, tienen todo el derecho a que le digan la verdad desde el primer momento. por cruda que esta sea. Menos mal que en las redes sociales no todo es fake y, ante esta plaga propagandística hay quienes se atreven a enfrentarla, con sensatez, con una especie de antimarketing por vía digital.


Pero la falta de TRANSPARENCIA en la comunicación hoy tiene “las patas cortas”, porque cualquiera lleva una hemeroteca móvil en el bolsillo, y el tiempo se encarga de poner a cada cual en su sitio. Así que la segunda oleada ha dejado “desnudos” a quienes nos tenían que informar desde el 14 de marzo de la evolución del bicho chino como a personas libres y adultas. Pero si una buena parte del pueblo solo aprende en cabeza ajena, muchos de los que casi solo viven del Presupuesto ni siquiera así. 

Porque, ¿qué les costaba repasar la grotesca rueda de prensa de octubre de 2014, cuando no supieron informarnos sobre el ébola? Por lo menos para no intranquilizar más al ciudadano. Así que si a esta resignada sociedad (con sus vergonzantes excepciones), que sigue sin tener información clara sobre recientes sucesos de alta alcurnia, se le añade más inseguridad, lo que sí es seguro es que pasará mucho tiempo hasta que recupere un mínimo de confianza en sus mandatarios…, sean del color que sean.

Y para comprobar que aquí no se habla por hablar, vamos a exponer los logros de la compañía Dyntra en materia de transparencia sanitaria del Gobierno de España y de los 17 autonómicos, titulado:

¿HAN CUMPLIDO LOS GOBIERNOS CON LA TRANSPARENCIA DURANTE LA CRISIS SANITARIA?

Y por último: a falta de rastreadores, que cuestan dinero, ya hace algunas semanas que se está poniendo en marcha una aplicación para los teléfonos móviles que, de momento, ha tenido la siguiente respuesta:

“Más de 110 reconocidos académicos españoles, la mayoría expertos en tecnología, han publicado este sábado un manifiesto donde reclama al Gobierno más TRANSPARENCIA en el desarrollo de un software tan sensible como Radar Covid, la app pública de notificación de exposiciones. En el texto, piden que la prometida publicación del código de la app sea exhaustiva, bien documentada y englobe todas las etapas del desarrollo de la app, desde sus inicios hasta cambios futuros. A lo largo de sus casi tres páginas, los firmantes aplauden el hito innovador para la sanidad pública española de esta herramienta, pero lamentan que la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, máximo responsable de la aplicación, “a día de hoy no haya publicado ninguna documentación sobre el diseño del Radar Covid, sobre su implementación ni sobre el proceso de integración de las Comunidades Autónomas”. (El País, 5-Septiembre-2020)

Hasta la próxima


jueves, 27 de agosto de 2020

INFLUENCERS VS CONSPIRANOICOS

“Los príncipes de Instagram afrontan estos días un punto de no retorno, urgidos no solo a seguir contando por millones los likes de sus retratos, sino a concienciar sobre los nuevos valores que prometen imperar en la industria poscrisis. Ninguno se atreve a despejar la incógnita de cómo será su trabajo en un sector obligado a repensarse por completo —desde los puntos de venta hasta los desfiles— y ante una sociedad sobrecogida. Su fábrica de entretenimiento aspiracional presume de músculo suficiente como para resistir la recesión económica venidera, pero, al igual que casi cualquier otro aspecto de nuestra vida pasada, lo seguro es que no volverá a ser tal y como la conocíamos.” (ICON – El País, 3 de mayo, 2020. Sobre “La nueva normalidad”. 

Hablar hoy del párrafo anterior, que encabeza un artículo de primeros de mayo, parece una ingenuidad, y más si se empieza por preguntar ¿dónde está la nueva normalidad?, ¿qué fue de ella?, ¿alguien la ha notado? Para continuar con que, de todo lo que dice, lo que es una verdad como un templo es que la sociedad está sobrecogida; asustada ante las funestas decisiones de tanto inepto y oportunista, que no se enteran de que ya estamos en el borde del despeñadero.

Tomado del blog “40defiebre”
Y en este circo han dejado al ínclito Dr. Simón colgado del trapecio, solo y sin red. Pero este está tratando de buscar una vía de escape, y para ello, en una comparecencia reciente, ha pedido el socorro de los influencers para que le echen una mano, dada la notable visibilidad que estos personajes están adquiriendo en las redes sociales Instagram y Youtube, y pronto en TikTok, para influir en el personal y que sus mensajes sirvan para ayudar a frenar los contagios.

Su idea parece ser (y no creo que la improvisara aquella misma tarde) aprovechar la popularidad de las personas que ya se han labrado una reputación en Internet y que cuentan con ese altavoz mediático, que a algunos les conecta directamente con tantos miles de seguidores, para difundir mensajes de prevención del virus. Porque, tal y como reprochan sociólogos y pedagogos, hasta ahora las restricciones se han tenido que implantar de forma coercitiva; es decir, a base de multas, y no con didáctica, la cual ha brillado por su ausencia.

Pero el portavoz de Sanidad parece que ignora el primer objetivo de estos personajes con distinta aceptación en las redes y desigual cifra de followers. Quieren convertirse en prescriptores profesionales de éxito de marcas comerciales, en particular en las industrias de la moda. Lo cual era relativamente posible antes de la pandemia, siempre que superaran algunas barreras: algo de atractivo y estilo, cierta cultureta, mensaje… y suerte. Por eso, a la vista del “poderío” que han ido adquiriendo hay que tratarlos como auténticos profesionales… y pagarles. Nada de voluntarios, como cuando en Madrid querían rastreadores “gratis et amore”. Y al final tiene que ser el Ejército quien intente resolver tan peliagudo problema.



Madrid da la "bienvenida" a los rastreadores con ironía
El Periódico. 27-8-2020.

La Comunidad de Madrid ha dado "la bienvenida" al ofrecimiento del Gobierno a las Comunidades Autónomas para poner a su disposición 2.000 rastreadores del Ejército para el seguimiento de los contactos de positivos por Covid-19, si bien se ha preguntado "dónde estaban en junio y julio" cuando comenzaron los rebrotes y el aumento de casos en Aragón, Catalunya y Madrid. 


"Soy totalmente consciente de la responsabilidad que tenemos las personas con muchos seguidores. Por eso utilizo mi altavoz con mucha responsabilidad, compartiendo datos contrastados y fuentes oficiales", comenta La vecina rubia, una influencer anónima que acumula unos cinco millones de seguidores en redes sociales. En sus cuentas, la joven lleva meses compartiendo información sobre la evolución del virus e iniciativas solidarias. "Hay que llenar las redes de responsabilidad", destaca”. 

¿Son entonces los influencers la clave para frenar la pandemia y por eso los quiere utilizar el Dr. Simón? Depende. El problema, no está en que tener un altavoz garantice que el mensaje que se difunda vaya a ser el correcto. Allá por marzo, por ejemplo, una conocida bloguera española afirmó que tomar bebidas calientes mata el virus. Más recientemente, una célebre tatuadora ha utilizado sus redes para negar la existencia del virus (y, ya de paso, defender que la Tierra es plana). 

O sea, que con la conspiración hemos topado. Y hay para todos los gustos, como en cualquier faceta de nuestra histórica Dos Españas. Así, que ahí dejo una muestra para que cada cual saque sus propias conclusiones. 


Hasta pronto

miércoles, 12 de agosto de 2020

CRISIS TURÍSTICA, IMAGEN Y COMUNICACIÓN

Creíamos que esto se nos llenaba de turistas porque bastaba con tener sol, playa, monumentos, fiesta, sangría y ricas tapas, y ahora parece que en los tiempos que corren olvidamos vender un par de importantes productos: Imagen y Comunicación. Si un país transmite Seguridad y Confianza su Imagen será percibida en el extranjero como Positiva. Pero si falta alguno de dichos atributos o si los tiene no los sabe comunicar, la percibirán como Negativa, y quien crea que con solo algunos retoques de carácter operativo o transitorio el turismo volverá a ser lo que fue es que no ha entendido nada, porque ya le habremos abierto la puerta a los países de nuestra competencia. Así, el pasado día 5 de este mes, el catedrático de Organización de Empresa de la universidad de Huelva, D. Alfonso Varga Sánchez, publicaba en el Blog de Hosteltur, “Crisis Turística y Comunicación”, que agregándole “IMAGEN”, lo transcribo a continuación, junto con uno de los enlaces más interesantes sobre la COVID-19 vistos hasta hoy, ya que informa casi en tiempo real y sin tregua de la situación en el mundo, en España y en casi todos los países, con una serie de indicadores inéditos para la inmensa mayoría de los mortales: 



Imagen de la Marca España que pudo haber sido y no fue

“En cualquier modelo de gestión de crisis, los planes de comunicación representan una parte esencial de la fase de respuesta. Más aún, cuando un destino como España tiene tanta dependencia del turismo internacional, cuidar la comunicación hacia el exterior es fundamental para transmitir la confianza necesaria para que gobiernos, operadores y turistas potenciales adopten sus decisiones a partir deuna imagen positiva y veraz con relación al factor clave en el escenario marcado por la actual pandemia: la SEGURIDAD.

La seguridad tiene una doble dimensión: objetiva, por un lado, que se puede plasmar en indicadores (absolutos y relativos) cuya medición responda a fuentes fiables y criterios científicos y, por otro, subjetiva, que no siempre coinciden, ya que esta depende de las percepciones de las personas. Precisamente, para tratar de minimizar esa brecha, las acciones de comunicación coordinadas y la colaboración con los medios de mayor cobertura e influencia a escala internacional, sobre todo en los principales mercados emisores, deben estar entre las prioridades de los gestores de los destinos.

Cierto es que, al margen de esos esfuerzos por articular una comunicación clara y objetiva, existen otros intereses (por ejemplo, políticos más allá de los estrictos criterios de salud pública) ajenos al control de dichos gestores que hacen que el resultado de esas acciones no dependa solo de cómo las mismas fueron concebidas y ejecutadas, acrecentando la complejidad del problema. Por ello, cuando hablamos de la escena internacional, el despliegue diplomático es otra de las bazas a jugar.

Sea como fuere, observar cómo nos ven desde fuera resulta un ejercicio muy instructivo que ayuda a entender por qué estamos como estamos. A tal fin, el "Coronavirus News Monitor" es una herramienta muy interesante que rastrea la información más reciente sobre el Coronavirus y acerca de los temas que transmiten los medios de comunicación social, calcula una serie de índices. Ha sido desarrollada por la empresa de análisis de datos Raven Pack, con sedes en Nueva York y Marbella, y actualiza continuamente sus datos. 

El primer indicador es el "Coronavirus Panic Index", que mide el nivel de noticias que hace referencia al pánico o la histeria y el coronavirus. Los valores oscilan entre 0 y 100, donde un valor de X indica que el X por ciento de todas las noticias a nivel mundial habla de pánico y la COVID-19. Cuanto mayor sea el valor del índice, más referencias al pánico se encuentran en los medios. Como puede observarse, la tendencia a la baja se ha invertido en las últimas semanas. A la vez, llama la atención que los datos de España han estado siempre nítidamente por encima del índice de pánico mundial. La situación de España ha despertado (y sigue haciéndolo) más pánico en los medios, lo cual no ayuda a la recuperación de la confianza que necesita el sector turístico.

El segundo indicador es el "Coronavirus Media Hype Index", que mide el porcentaje de noticias que hablan sobre el coronavirus. Como en el índice anterior, los valores oscilan entre 0 y 100, donde un valor de X indica que el X por ciento de todas las noticias a nivel mundial están hablando de la COVID-19 (y España, en nuestro análisis). Como puede observarse en la imagen que sigue, la exposición mediática que ha tenido España en esta crisis ha sido muy alta, superior, por poner un ejemplo, a la de Estados Unidos. Con relación a España la pandemia se ha convertido en prácticamente el monotema, lo cual nos parece congruente con esos niveles de pánico indeseables referidos más arriba.

El tercero es el "Coronavirus Fake News Index", que mide el nivel de conversación en los medios sobre informaciones erróneas o noticias falsas relativas a la COVID-19. Funciona de la misma manera que los anteriores, es decir, un valor de X indica que el X por ciento de todas las noticias a nivel mundial (relacionadas con España) está hablando de noticias falsas sobre la COVID-19; por tanto, cuanto mayor sea el valor del índice, más referencias a noticias falsas se encuentran en los medios. Comparando los valores del índice a escala nacional y a escala global, España está muy por encima, siendo este otro factor que contribuye a crear escepticismo, más que confianza en la información.

En cuarto lugar, nos encontramos con el "Coronavirus Sentiment Index", que mide el nivel de sentimiento en todas las entidades mencionadas en las noticias sobre el coronavirus. El índice oscila entre -100 y 100, donde un valor de 100 es el sentimiento más positivo, -100 es el más negativo y 0 es neutral. Aunque, como tendencia, ese sentimiento ha ido mejorando, incluso en Italia (un país que parece adecuado para una comparación de este tipo), el sentimiento expresado ha sido, en general, menos negativo que en España, salvo en los momentos iniciales. Esta mayor negatividad tampoco contribuye a construir una respuesta que favorezca la imagen del destino.

En penúltimo lugar tenemos el "Coronavirus Infodemic Index", que calcula el porcentaje de todas las entidades (lugares, empresas, etc.) que de alguna manera están vinculadas a la COVID-19. Los valores oscilan entre 0 y 100, donde un valor de X significa que el X por ciento de todas las entidades cubiertas por los medios están vinculadas a, o relacionadas, con la COVID-19. La gráfica que sigue muestra la comparación con Estados Unidos, donde tanta importancia tienen los medios de comunicación y en el que, a pesar de ello, los porcentajes de este indicador han estado por debajo. La asociación de España con el coronavirus y la pandemia ha sido muy fuerte en estos meses, con el lastre que ello significa para la marca-país.

Por último, se presenta el "Coronavirus Media Coverage Index", que calcula el porcentaje de todas las fuentes de noticias que cubren el tema del nuevo coronavirus. Como en otros índices, los valores oscilan entre 0 y 100, donde un valor de X significa que el X por ciento de todos los proveedores de noticias incluidos en la muestra cubren historias sobre la COVID-19. Los valores en el caso español son, como puede observarse en la imagen siguiente, muy elevados, con ligera tendencia a la baja, pero repuntando. Tomando en este caso como referencia de comparación Portugal, en el país vecino la evolución es muy parecida, aunque con valores algo inferiores

La conclusión es convergente con lo expresado más arriba acerca de una asociación casi monotemática que agudiza el impacto de esta crisis en términos reputacionales y dificulta la recuperación del turismo.

En resumen, podría decirse, que sea por acción o por omisión, la estrategia de comunicación de España en el exterior (de haber existido como tal) o no ha sido la más acertada (en cantidad y/o en calidad del mensaje) o no ha dado los resultados apetecidos por razones que convendría analizar con cuidado por parte de las instancias responsables, dada la complejidad del tema. Sea como fuere, el sector turístico ha sido, seguramente, el principal damnificado.

Por lo que parece, costará librarse de este sambenito: los errores de esta envergadura se suelen pagar muy caros, aún más si no se reconocen y se ponen vías de solución. De lo que no hay duda, es que los destinos competidores ocuparán nuestro hueco. La siguiente interrogante es hasta qué punto se logrará recuperar lo que ahora se nos escape.”

Hasta pronto


lunes, 27 de julio de 2020

LAS PYMES EN ESPAÑA

(Este post es la Introducción extraída de un trabajo que estoy realizando sobre las pymes, para publicarlo lo más pronto posible)

“Una vez terminado el estado de alarma y con la vuelta a la nueva normalidad, tanto las empresas como las Administraciones deben tomar decisiones que permitan mantener la actividad económica. El Covid-19 ha llegado para cambiar nuestras vidas y nuestras empresas. Salvar vidas ha sido la prioridad durante el estado de alarma, pero ahora es el momento de salvar nuestras empresas y recuperar con ello nuestras vidas.”

El párrafo anterior habría sido muy adecuado a principios de Julio-2020 para iniciar un trabajo sobre recuperación empresarial Post-Pandemia en España. Pero a la vista de los acontecimientos posteriores y dado que el respiro que parecía que nos había dado el virus solo fue un espejismo, por la rapidez con que ha vuelto a la carga, conviene analizar la situación en sus facetas más relevantes para hacerle frente; de lo contrario, los estragos pasados no serán nada comparados con los que vendrán. 

Desde la óptica político-sanitaria, el estado de alarma fue uno de esos movimientos coercitivos, aunque legal, para que el personal obedeciera las consignas preventivas que venían de arriba. Es decir, del mando único en grandes tragedias. Mando tan necesario que al llegar la desescalada del confinamiento y transferir sus competencias a los 17 mandos regionales, reventaron las costuras del sistema y el virus volvió a campar a sus anchas, con las consiguientes y lógicas dudas en gran parte de la población de si el sistema autonómico es el más adecuado para este país, que a las primeras y serias dificultades que se ha tenido que enfrentar desde su implantación, no ha respondido con un mínimo de cohesión y solidaridad interregional.

Desde el punto de vista social, existe un consenso para recriminar a la juventud su irresponsabilidad por divertirse como siempre; como si no estuviera pasando nada. Una especie de “premio” después del inevitable castigo por el confinamiento forzoso y el lógico cierre de los locales de ocio; que abrieron de nuevo y se han tenido que volver a cerrar. Pero como somos tan dados a generalizar, no se tiene en cuenta que no se ha realizado ni una sola campaña para mentalizar a la juventud en el respeto a la virulencia de la catástrofe, con tantos canales de información como manejan, aunque muy poca tele, mientras esta vendía que solo era cosa de mayores. Pero si la juventud (nuestros hijos y nietos: el futuro del país) fuera también una víctima más porque los rebrotes sean el preludio de una segunda oleada a la altura de la primera, ya deberíamos estar rezando.

Botellones y fiestas caseras desafían las restricciones del Govern. (El Periódico, 25-7)

Desde una visión político-económica solo un apunte: Miedo debe darnos pensar lo que puede pasar entre las distintas Comunidades cuando llegue el reparto de esos miles de millones procedentes de Europa. Porque si en el tema político-social pasa lo que pasa entre regiones, incluidas las reyertas callejeras (“madrileñofobia” lo llama la presidenta de la Comunidad de Madrid), si además hay dinero por medio para repartir, ¿qué más puede suceder? 

Y por fin lo empresarial. Analizo brevemente algunas decisiones que según el primer párrafo deberían tomar tanto las empresas como las Administraciones “para salvar nuestras empresas y recuperar con ello nuestras vidas”. Es decir: un mínimo bienestar aceptable. Pero al ser tantos los problemas empresariales que nos preocupan y no poder abarcarlos todos en un trabajo no exhaustivo como este, solo me voy a centrar en un estudio sobre las pymes medianas, cuello de botella del tejido empresarial español si las comparamos con otras europeas.

Comenzaré diciendo que el principio en que se basa el acrónimo pyme siempre me ha parecido un tanto confuso. El vocablo se compone de pequeña y mediana, aunque exista una notable diferencia entre ambos conceptos ya que los criterios de pequeña empresa están por debajo de los 50 empleados, 10Mill.€ de facturación y 10Mill.€ en Activos; y la mediana empresa se va hasta los 249 empleos, 50Mill. de facturación y 43Millones de € en Activos. Un importante desequilibrio. (Ver más abajo).


Clasificación de las pymes y micros españolas (autónomos incluidos)







A la vista del claro desfase entre los baremos de pequeñas y medianas, y sabido que cuanto más pequeñas menos productivas son, parece que ante una crisis empresarial de esta envergadura habría que comprobar los motivos por los que, como es notorio, está tan limitado el crecimiento de las pymes en España, por si es necesaria alguna acción político-administrativa que afecte especialmente a las medianas, punto de inflexión de nuestras empresas, para que algunas “empujen” hacia arriba (grandes: más de 250 empleados), en las que también vamos bastante atrasados. Sería un acierto memorable que mediante el crecimiento de las medianas aumentáramos el volumen y empleo total.

(En marzo de 2015, inacabada aún la crisis de 2008, El Confidencial publicaba este artículo firmado por Pedro Calvo en el que el periodista exponía con meridiana claridad las causas que, según él y mucha gente más, limitan el crecimiento de las pymes en España): 


La maldición del empleado 50’

47, 48, 49 y... No hay más. La lista se acaba ahí. En el empleado número 49. Es la sorprendente realidad con la que se topan muchas pequeñas y medianas empresas en España. Un país de pymes que representan más del 99% de las empresas, el 66% del Producto Interior Bruto (PIB) y cerca del 75% del empleo. Pasar de ahí, ir a por el empleado 50 o más allá, representa un salto de tal dimensión que la mayoría descartan darlo. Pero lo curioso es que no se debe a una cuestión de costes o productividades marginales. No. La explicación es más sencilla. Se encuentra en una legislación que, lejos de incentivar que la pyme crezca, la empuja para que siga siendo pequeña. Es tan llamativo que esto sea así, que hasta el semanario británico, The Economist, se hizo eco de esta realidad.” Y sigue el periodista:

“Lo más llamativo es que algunos de los corsés que bloquean el crecimiento de las pequeñas empresas son normativos. Es decir, no dependen solo del negocio, o en estos últimos años, de la crisis, sino de unas leyes muy volcadas en la creación de empresas, pero que se olvidan de fomentar su crecimiento. Así, las pequeñas empresas se benefician de ciertos incentivos por su tamaño. Pueden liquidar el IVA trimestralmente, librarse de hacer una auditoría, presentar cuentas abreviadas o no tener comité de empresa

Y para terminar dice: “O sea, las normas implican que superar los 50 empleados o un determinado nivel de facturación se traduce en una mayor burocracia, unos costes de gestión más caros y cambios importantes en la tesorería de la empresa. Todos ellos, efectos que actúan como freno sobre el crecimiento. Lo más seguro es que si se flexibilizan estas medidas muchas empresas crecerán de tamaño y crearán más empleo. A la espera de esos cambios -que no se intuyen a corto plazo- la maldición se perpetúa: España no es país para el empleado 50.”

Pues bien, habría que hacer lo imposible para que SÍ lo fuera y no pararse ahí, sino tratar de llegar hasta el empleado 100, lo que está en manos de los políticos… y de los sindicatos. Se podría negociar una normativa que alargara “los privilegios de las pequeñas” (tope 49 empleados) hasta “las 100… y más”. Así, quizás fuera posible acercar nuestras cifras a las de los países europeos de nuestro entorno, y poder mejorar los desequilibrios que se observan en la imagen.

COMPARACIÓN EN % DE EMPRESAS EUROPEAS SEGÚN TAMAÑOS


Bueno, a la vista de los porcentajes de la figura lo primero que se nota es la similitud entre Italia y España, aunque las cifras de España son ligeramente mejores. Pero al comparar ambas con la media UE-28 y las otras naciones las dos destacan por tener bastante más microempresas y, por tanto, autónomos. Otra es la diferencia a la baja de España, y sobre todo Italia, de las sumas de Medianas y Grandes. Yo opino que esta es la clave de porqué son los dos países de los “grandes de la UE” que van a la zaga de ellos. Sobre todo, por la escasez de medianas. Un lastre en sí mismo; un freno para intentar saltar a las grandes y un importante impedimento para frenar la subida del PIB. 

Con esta opinión quiero unirme la teoría de los que creen que hay que hacer algo, y pronto, por todos los estamentos implicados, para deshacer el nudo gordiano que impide el crecimiento de las Medianas. Es la clave.


Hasta pronto

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.