viernes, 30 de abril de 2021

‘AIGUA EN CISTELLA’

“La única manera de evitar el default es financiar solo a empresas viables y canalizar los recursos recibidos para formar a los españoles en las competencias laborales que se van a necesitar en el futuro. De ahí la importancia de este cartucho que Europa va a entregar a nuestro gobierno. Dios quiera que sepan usarlo.”

Con este párrafo finalizaba yo el anterior post en este blog el pasado 31 de marzo. Reproducía el resumen de Enrique Quemada de una entrada en su blog de Expansión, cargado de esperanza y buenos deseos para la reconstrucción de nuestra maltrecha Economía, deseando que llegue cuanto antes la ayuda europea (¿ingenuo?).




¿Pero existe la mínima confianza en ese “Plan Marshall” a la europea por esas empresas que han dicho que se disponen a despedir a un montón de personas? ¿No pensarán que esos 70.000 Mill, “a fondo perdido”, son una entelequia o que puedan estar ya “medio” adjudicados?, ¿o que solo sean un señuelo para que se vayan solicitando los otros 70.000 Mill. en créditos? 

“Y es que después de la avalancha de ertes, que coparon los primeros compases en poco tiempo, 15 grandes empresas en España han anunciado, o han cerrado ya, expedientes de regulación de empleo (eres) que entre todos superan de momento los 28.000 despedidos. Despidos colectivos que van a arreciar en los próximos meses, cuando se vayan retirando las medidas de contención habilitadas por el Gobierno.”



A la vista del listado anterior, ¿cuántas pymes o startups habrá que crear para intentar acercarse a las cifras de despedidos? Y eso pensando solo en números, pero no olvidamos el daño que se le infligirá a esas personas y sus familias. 

“Antes de la pandemia ya estábamos en un proceso de cambio y esta ha venido a acelerar todos aquellos procesos relacionados con la digitalización, la inteligencia artificial y los algoritmos”, afirma el secretario de política sindical de UGT, Gonzalo Pino. Así lo avalan los datos, pues en el 2019 las estadísticas de afectados por ere iban al alza (con 30.871 afectados en toda España) y se colocaban a niveles de final de la Gran Recesión. “En los últimos años venimos oyendo que las nuevas tecnologías crearán más empleos que los que destruyan, pero de momento no lo estamos viendo así”, añade Pino.

¿Y los despedidos podrán acceder a esas empresas basadas, de una forma u otra, en las nuevas tecnologías, las cuales la inmensa mayoría no solo desconocen, sino que ni les suena?

AHORA, se habla mucho de modificar los Planes de Estudios y se presume de que, incluso en la ESO y el Bachillerato, se “le está dando a la Digitalización la importancia que tiene en la Empresa”, basados en la obligación legal de la enseñanza remota. Además de intentar darle un cambio a la Formación Profesional. Por lo que si todo sale bien nuestros descendientes tendrían la oportunidad de aprovechar dichos cambios

Pero ¿y mientras tanto qué? Porque tras esos 28.000 despidos concentrados en las grandes empresas “Hay muchas pymes que tienen una relación muy intensiva con estas empresas y que la pérdida de un cliente tan grande le puede significar el cierre”, explica el secretario general de Pimec, Josep Ginesta

Por otra parte, sin contar las Universidades (un insondable misterio al relacionarlo con las empresas) existen un buen número de Escuelas de Negocios y otras organizaciones que se dedican a impartir másteres, cursos y cursitos de asesoramiento y formación empresarial. Sobre todo, para micros, pymes y startuos

Así, ¿qué se les puede sugerir que hagan? Se les puede recordar que el título de este post, en valenciano significa “Agua en cesta”. Y a partir de ahí que saquen sus propias conclusiones.


Hasta la próxima


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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.