martes, 27 de septiembre de 2022

ECOLOGIA Y BUSINESS

¿Por qué corporaciones como las energéticas, bancaria y otras con tantos accionistas detrás, así como fieles empleados, que siempre han tratado y tratan con indisimulado desprecio el tema ambiental, ahora, de pronto, simulan sin pudor ser más verdes que el trigo verde, y con ese insólito interés por cualquier tipo de artefacto, invento o evento que sea tildado de “sostenible”?


(Al final de este post daré mi opinión sobre esta cuestión, pero antes quiero decir que la hipocresía no tiene límites. Porque si ahora
aparentan frenar la contaminación con “algo sostenible“ (?) es lícito pensar que saben que la contaminación estaba y está ahí, aunque sus palmeros vayan por libre dando el coñazo diario con el raka-raka de siempre, y faltándoles al respeto a quien haga falta).

En el Foro eMallorca Challenge de junio del pasado año 2021, decía el consultor en Sostenibilidad, Daniel Wahl: “La sostenibilidad no es suficiente, hay que ir a una ‘Economía Regenerativa’, que es la que deja de dañar los ecosistemas, pero regenera el daño efectuado. La diferencia no es una palabra nueva, sino un cambio de conciencia en la visión del mundo”.

Y tanto que no se trata de una palabra nueva. El concepto de Economía Regenerativay la teoría sobre la Insuficiencia de la Sostenibilidad, los formuló Paul Hawken hace 25 años: 

“El oscuro secreto del medioambientalismo es que la sostenibilidad es un objetivo insuficiente” (Paul Hawken, “Negocio y Ecología”, 1997. Prólogo, página 17).

O sea, parece que habrá que hablar cuanto antes de Sostenibilidad, ya que si en septiembre de 2015 la Agenda 2030 fue aprobada por 193 países (con lo difícil que resulta ponerlos de acuerdo) debió ser porque algunos de los 17 Objetivos del Desarrollo Sostenible son bastante laxos o ambiguos para tan gran desafío político-ambiental, ya que cualquier duda ecológica ahora la valorará dicha Agenda. 

Así que mi respuesta a la pregunta inicial podría coincidir con un párrafo de lo que dice en una entrevista el catedrático de Economía y ambientalista, Don José Manuel Naredo, el 1 de marzo de 2021:

“El divorcio entre especie humana y naturaleza, y entre economía y ecología sigue su curso de la mano de un sectarismo amparado en metáforas, idolatrías y términos fetiche, que carecen de respaldo empírico y racional alguno. Pues sigue imperando la metáfora absoluta de la producción y la idolatría del crecimiento económico, que se trata de ecologizar y perpetuar en el terreno de las palabras pintándolo de “verde” o del adjetivo “sostenible””.

RESPONSABILIDAD AMBIENTAL DE LAS CORPORACIONES

La prueba de que las grandes marcas ven en el target alimentario uno de los negocios más fructíferos es el hecho del crecimiento del número de referencias y las ventas de los productos bio y eco, que además tienen el gran reto de no solo “parecer” responsables, sino también de “serlo”. Sin embargo, tales corporaciones son las que más utilizan un producto de los más contaminantes del planeta: el plástico. Así que me hago eco de un informe de Greenpeace:

“Las grandes corporaciones responsables de la producción masiva de plásticos no tienen planes de frenar la creciente producción y comercialización de plásticos de un solo uso, y las soluciones que están explorando, basadas en el reciclaje, solo perpetuarán el problema. Es la principal conclusión del estudio “La crisis de la comodidad. Las corporaciones detrás de la marea de contaminación por plásticos”, publicado hoy por Greenpeace Internacional, en el que se analizan 11 de las principales corporaciones productoras de consumo masivo en el mundo: Coca-Cola Company, Colgate-Palmolive, Danone, Johnson y Johnson, Kraft Heinz, Mars, Nestlé, Mondelez , PepsiCo, Procter & Gamble y Unilever.


Hasta la vista

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.