lunes, 17 de febrero de 2014

LOS MODERNOS GALEOTES

“Cuando el gobierno alardea de sus proezas económicas, me siento como el esclavo romano, encadenado a su remo en las galeras, al que un tribuno anuncia la conquista de tierras a los bárbaros por parte del Imperio. Para el esclavo nada cambia. El descenso de la prima de riesgo y el alza de las bolsas en nada mitigan su precariedad laboral, las agonías económicas, el estrés de la competitividad o la ausencia de coberturas sociales. No hay ganancias para él. Estos ficticios éxitos, propios de un país a saldo, son la manera de borrar el atisbo de principios nuevos que condujeran a otro modelo de sociedad.“ 

O lo que es lo mismo: a nuestros dirigentes se les llena la boca con “éxitos” de escasa relevancia conseguidos para la “Marca España”, o basados en promesas que pueden magnificar a voluntad pero que no pueden ser contrastadas porque han acaparado todo el poder en los medios, sobre todo en las TVs. (La rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros que ofrece en directo el canal 24 h de TVE es de república bananera. No tienen ni siquiera la delicadeza de cambiar de silla a los mismos periodistas que viernes tras viernes son los únicos que reciben el visto bueno de la Vicepresidenta para que les pasen el micro y pregunten). 

Y es que al igual que al galeote que estaba condenado a remar en galeras del barco romano, encadenado al remo hasta su muerte, le importaba un pimento que después de 120 años de guerras púnicas Roma hubiera arrasado Cartago y borrado del mapa al Imperio Cartaginés, seguramente al parado español (y no te digo si es de larga duración) se la trae floja que suba el PIB, baje la prima o los intereses de la deuda si en su casa no pueden ni comer.


Es decir, los desempleados y sus familias, así como los excluidos sociales y los que han sido empujados a lo más bajo de la escala social quedan al margen de esas “buenas cifras macros” que machaconamente nos repiten por la tele, aunque las disfracen en porcentajes (ridículos en muchos casos) y discutan en esos mismos medios entre rosas y azules por la nimiedad de unas décimas arriba o abajo. 

Verbigracia, hay un catedrático valenciano de Economía llamado Rafael Doménech, que es el actual Jefe del Servicio de Estudios del BBVA y está ofreciendo informes a tutti plen, recordando en todos ellos que la Reforma Laboral debe profundizar en los recortes salariales, en sintonía con esos premios Nobel del FMI y de la Comisión Europea y de las correspondientes patronales. Porque, según dice, no importa que esa moderación salarial afecte negativamente al consumo interno, ya que es la única forma de que se creen este año unos 60.000 puestos de trabajo netos. Penoso, ¿verdad? 

Bueno, pero como todo es relativo en el tiempo y en el espacio, para hacerse una idea de lo que significan 60.000 personas, habría que recordar que ese es el número máximo de espectadores que acoge el Estadio de Mestalla el día que viene el Barça. O el número de solicitudes que vienen presentándose en una Comunidad autónoma cuando se demandan 30 plazas de municipales o de empleados municipales de limpieza

Hasta la semana que viene.

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.