jueves, 13 de junio de 2013

El Cyborg Emprendedor

Interrumpo el ciclo establecido entre lo Analógico y lo Digital (aunque, como se verá, no del todo) porque un amigo que me conoce muy bien me envía el siguiente enlace: 

http://www.yorokobu.es/en-el-ojo-ajeno-y-dale-con-el-emprendedor 

el cual responde a un imaginario y surrealista diálogo entre dos supuestos cyborgs, uno de los cuales pretende abrir una boutique del pan (las boutiques del pan existen, sobre todo si son de pan austríaco, de Viena), por lo que el futuro empresario panadero se autoproclama emprendedor, y el otro se ríe de él en su propia cara. 



Después de una especie de presentación, el “diálogo”, titulado, “En el Ojo Ajeno: Y dale con el emprendedor…” es el siguiente:

“Es una de esas palabras que de tanto referirlas se van convirtiendo en algo que no son. Van adornándose y cargándose de significados. Hoy un emprendedor es una especie de pionero, creativo, gestor, ciberentusiasta, ajeno al sistema, carismático, visionario, joven, exdirectivo, que construye algo a partir de una anécdota y que luego vende.”

Cyborg 1: – “Voy a abrir una boutique del pan, soy un emprendedor”.

Cyborg 2: – Error. Eres un comerciante, un panadero.

Cyborg 1: – ¿Entonces tampoco soy un entrepreneur?

Cyborg 2: – Que no. No tienes una app de nombre simpático. No vendes por internet, no eres joven y no venderás la empresa. Eres un comerciante. Pero créeme, es mejor que seas consciente de que eres un comerciante.

Cyborg 1: – Pues tengo una web y un facebook… ¿soy una start-up?

Cyborg 2: – Y dale. Tampoco. Tú vendes pan, no fans. Ponerle el apellido de emprendedor no te da ningún superpoder, ni estarás avalado o respaldado por ningún business angel, ni habrá un ojeador de un fondo de capital riesgo atento a tu evolución. Abrir un negocio no es guay, ni fancy. No hay una red de seguridad para ‘emprendedores’. No es un club ni una categoría cool. Si quieres sentirte como parte de una estirpe, ser uno de esos de los que se habla en los telediarios, mejor apúntate a un reality… pero la harina, el horno, el crédito y los seguros sociales los pagarás tú, no tus fans.

Cyborg 1: – Eres un triste. Con gente como tú no saldremos de la crisis… Hay que tener ideas, iniciativa, ilusión, pensar en el futuro y no en el presente.

Cyborg 2: – Igual con gente como yo no habría crisis. Porque aprendemos del pasado, no del futuro. Ilusión viene de iluso.

Cyborg 1: – Cenizo.

Cyborg 2: - Tú sigue pensando en salir en la tele y se te quemará el pan”.


El Cyborg 2 (el listo) riéndose de mi.

Bien, después de haber podido percibir el tono indisimuladamente sarcástico del autor de estas 300 palabras (a no ser que se pretenda hacerme creer que se trata de un Ironic Mode, que vete tú a saber), el asunto no está tanto en la falacia de la primera frase de este manifiesto anti-emprendedor: “Hoy un emprendedor es una especie de pionero, creativo, gestor, ciberentusiasta, ajeno al sistema, carismático, visionario, joven, exdirectivo, que construye algo a partir de una anécdota y que luego vende.”, al que solo falta llamarlos ciberperroflautas, como en decir tantas barbaridades y utilizar tantos lugares comunes, empezando por lo de “cyborg”, como si en vez de una panadería se tratara de montar un tallercito de webs. 

Así, yo no solo defiendo el Emprendimiento, que también, sobre todo intento un contraataque a la incoherencia. Léase, si no, esta otra especie de presentación por el mismo autor en la que se le da a los Emprendedores una buena ración de “jabón”: http://www.yorokobu.es/revista/

“Hello,

Nos gusta la innovación, la inspiración, las tendencias, las aventuras de los emprendedores, las cosas positivas que ocurren en el mundo y nadie cuenta… Y, en definitiva, la creatividad y todo lo que nos haga aprender y pasarlo bien.

Yorokobu habla de todas estas cosas. Te lo contamos en esta web, en Twitter, en Facebook y en una revista mensual (nuestro espacio para el análisis, la reflexión, la creatividad y el placer de adentrarte en cientos de proyectos inspiradores desde una lectura de sillón).

¿Quién nos lee? Emprendedores; profesionales de la comunicación, la creatividad y el diseño; y miles de personas que piensan que el mundo no es negro. Al contrario. Ese color solo se puede ver en contraposición al blanco. Y en ese blanco habitan cientos de historias, cada día, que muestran que quedan muchas cosas por hacer y que todos aprendemos inspirándonos en hazañas de otros.”

Wait and see.

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.