lunes, 16 de diciembre de 2013

EMPRENDIMIENTO EMPRESARIAL Y EMPLEO

Quienes entienden de estas cosas opinan que el oficio de emprender está llamado a triunfar, porque parece hecho a la medida de las personas creativas, voluntariosas, innovadoras y con una buena visión para percibir oportunidades de negocio donde los demás no las ven. También creen que dichas capacidades son suficientes para hacer rentable a una empresa, por lo que el emprendedor sería el embrión de un empresario de éxito. 


O sea, el emprendedor tendría una doble misión: crear la empresa y conseguir su rentabilidad. Sin embargo, muchos emprendedores que tienen demostradas dichas cualidades, necesarias para crear una empresa y ponerla en marcha, cuando se enfrentan a la cruda realidad de la gestión diaria notan que carecen del suficiente sentido de los negocios para seguirles el hilo a los clientes, y ese es, sin duda, el principal motivo de fracaso de muchos emprendedores, pero también hay que decir alto y claro que otros logran consolidarse como empresarios. Así que parece que viene a cuento el post que escribí aquí mismo el pasado 9 de septiembre



Y en este sentido, hay que decir que los que aportamos nuestro granito de arena para colaborar en la solución de los graves problemas de desempleo en España por la vía del emprendimiento empresarial, contamos con el inestimable apoyo del profesor de ESADE Business School, Javier Santiso, promotor de las conferencias Start Up Spain, que nacieron en noviembre de 2011, con la colaboración de la Fundación Rafael del Pino y Campus Party Spain que han acogido a más de 3.500 asistentes presenciales y a casi 2.000 más vía live-streaming en sus últimas seis ediciones, entre los que había emprendedores, business angels, family-offices, llegando a casi 500.000 cuentas en Twitter, del que fueron trending topic

Todo esto hay que decirlo procurando amplificarlo al máximo, para que la gente que lee estas líneas y otras similares, sobre todo fuera de España, tenga conciencia de que hay algo más que las noticias negativas que les llegan sobre España a través de los medios, especializados o no, y las frías estadísticas recogidas, entre otros soportes, por los informes anuales del Proyecto GEM (Global Entrepreneurship Monitor). Así, en El País Negocios de ayer domingo, el mismo Javier Santiso, escribe un magnífico artículo titulado ¿Salvarán las “star-ups” a España?, el cual desde mi punto de vista es de lectura obligatoria por el personal interesado en estos temas, y debería merecer la máxima atención por parte de las Administraciones Públicas Españolas. 

En este artículo, el profesor Santiso propugna, con ejemplos claros y concretos, acabar con la larga lista de mitos negativos que obran en contra del Emprendimiento en España. En dicho escrito destacan varios párrafos que enlazados entre sí podrían dar lugar a todo un curso de abolición de estereotipos emprendedores para poner las cosas en el sitio que realmente les corresponden hoy. Por ejemplo: 

“El mapa de España está salpicado de brotes empresariales sorprendentes. Con la crisis también nos llegó otra muestra de vitalidad: una explosión de emprendimiento. Un indicador de ello es el brote de aceleradoras de startups creadas de la mano privada. Así, desde 2008, han surgido más de 30 aceleradoras, prueba de la vitalidad emprendedora del país. Esta tendencia no es específica a España: en toda Europa estamos registrando este empuje. Hoy en día hay más de 260 aceleradoras en las 10 principales economías del continente (más que las 200 existentes en EE UU). Entre 2007 y 2013, el número de aceleradoras ha crecido en Europa nada menos que un 400%, algo inédito. Y más sorprendente quizás todavía: España, con un total hoy de 38, se coloca por delante de Francia y Alemania; es, de hecho, el segundo país europeo en número de aceleradoras e incubadoras, por detrás de Inglaterra (50) y no muy lejos de Israel (44)… 

… Empresarios del país también apostaron, con sus fortunas personales, por las startups como es el caso de Juan Roig que ha creado Lanzadera, una aceleradora asentada en Valencia desde su family office. En Madrid, José Manuel Entrecanales ha transformado su fundación en un vehículo de financiación para apostar y apoyar por startups. Todas estas iniciativas no sólo son llamativas sino que necesarias: colocan nuestro país en una senda que es la adecuada. Si queremos pasar de la era de las naranjas a la del Nasdaq —como ha hecho Israel, que pasó de exportador de cítricos a exportar masivamente tecnología e innovación— todas éstas iniciativas sumarán (y necesitaremos más)… 

…Necesitamos más emprendedores y más empresarios. Ambos son necesarios. Sobre todo necesitamos más startups para contestar a esta pregunta fundamental: ¿Qué país queremos ser? El país de las naranjas y de los casinos, del sol y de la playa, o también el país que coloca empresas en el Nasdaq, golea con emprendedores, y se alza en primera liga mundial de la innovación, la tecnología y el valor añadido. Ambos no son incompatibles. Es más: casi todas nuestras grandes tecnológicas y startups están vinculadas al mundo del ocio y del turismo (piénsese en Amadeus, Vueling o eDreams). ¿Quizás habrá aquí una cantera de cara al futuro? 

Cuánta razón tiene. 

Hasta la próxima semana.

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.