martes, 14 de enero de 2014

EL EMPLEO QUE VIENE

¿Qué hay detrás del milagro económico alemán?” 

Esta pregunta se hacía el periódico digital elEconomista.es el 8 de febrero de 2012 en su blog con el artículo La otra cara del milagro laboral alemán: 7 millones de minijobs y 50 céntimos/hora elEconomista.es. y que era respondido con 150 comentarios que no tienen desperdicios, incluso la mayoría de las replicas de muchos de ellos son auténticas “perlas”. 

Esta noticia viene a cuento porque la semana pasada el ministro de Economía, Luis de Guindos, vaticinó una próxima “creación de empleo significativa”, pero ayer dijo en el Parlamento que en todo 2014 el paro bajará solo 7 décimas, que aunque para él pueda significar un éxito solo son cuatro gatos. Lo cual choca con el crecimiento del 0,3% que asegura el ministro que ha habido al final en el recién acabado 2013. 

Pero la experiencia que tenemos en la no tan lejana historia económica de España, es que en los ochenta tuvimos que crecer al 1,7% anual para que se creara empleo y en los noventa al 2,5%. Así que, en buena lógica, la pregunta sería que cuándo y cuánto debe crecer la economía española para empezar a crear empleo en serio. Sin embargo, no faltan expertos que encuentran que la afirmación de Guindos tiene fundamento, tanto para el primer trimestre (uno de los peores del mercado laboral) de 2014, que subirá la afiliación a la Seguridad Social respecto al mismo periodo de 2013, que, como es sabido, durante esta crisis ha tenido un comportamiento paralelo al de la encuesta de población activa (EPA) realizada trimestralmente por el Instituto Nacional de Estadística (INE), por mandato de la Comisión Europea, frente a los informes mensuales del Instituto Nacional de Empleo (INEM) que realizan “a su modo” las Administraciones central y autonómicas. 


“Para que esto sea posible, el trabajo que se cree tiene que ser más barato, temporal y, sobre todo, a tiempo parcial. Hay otro componente, el del falso autónomo, un fenómeno más difícil de medir, y que se encuentra en el último eslabón de la cadena de la precariedad. ‘Van a ser empleos de muy baja calidad’, confirma José Ignacio Conde-Ruiz, subdirector de la Fundación de Estudios de Economía Aplicada (Fedea). También Eduardo Rojo, catedrático de Derecho del Trabajo de la Universidad Autónoma de Barcelona, augura una ‘mayor dualización de las relaciones laborales, con un volumen importante de población ocupada de forma involuntaria en contrataciones temporales y a tiempo parcial”. 

A la vista de estas noticias el corolario parece ser que aunque el trabajo en precario está más que asumido en España se va a tratar de introducir los mini jobs con calzador. Pero España no es Alemania. El número de parados sin prestación vuelve a superar por mucho los dos millones de personas y la inmensa mayoría de jóvenes sin empleos están refugiados en casa de sus jubilados padres o suegros, los cuales tienen las pensiones prácticamente congeladas. 

O sea, que ¡ojo! A ver si de tanto tensar la cuerda termina por romperse. 

Hasta la semana que viene


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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.