lunes, 9 de junio de 2014

BIENVENIDO, MR. DRAGHI

“Más artillería que nunca: 400.000 millones destinados a créditos para la economía productiva que no podrán usarse ni para hipotecas o préstamos al sector público, rebaja de los tipos de interés hasta el 0,15% y un interés negativo para los depósitos de dejen las entidades, entre otras decisiones. El Banco Central Europeo (BCE) busca con las medidas aprobadas estimular el crédito y sacar a la economía euro de la anemia: menos intereses, hipotecas más baratas... Pero las decisiones monetarias actúan más rápido y de forma más previsible cuando son represivas que cuando resultan expansivas. Como decía el economista John M. Keynes, la política monetaria es como una cuerda en manos de los gobernadores de los bancos centrales: pueden tirar de ella subiendo el precio del dinero y frenar excesos económicos, pero es difícil empujar esa cuerda.”


Lo más parecido en la Historia Universal fue la ayuda que prestó el gobierno de EE.UU a Europa occidental (tanto a vencedores como a vencidos) después de la II Guerra Mundial. Más de 13.000 millones de dólares de la época, en proporción descendente según el PNB de cada país en 1950. Dicha ayuda, que se comenzó a debatir en 1948 por el Senado USA, constituyó la esencia del Programa de Recuperación de Europa (ERP) conocido como Plan Marshall, en homenaje a quien dio a conocer el proyecto, el entonces secretario de Estado americano, general Marshall. 

Cumbre la película de Luis García Berlanga, de 1953, basada en dicho tema, Bienvenido, Mr. Marshall, una vez comprobado que a España, que había solicitado la ayuda, no le tocó ni la pedrea ya que, según noticias de la época, el Gobierno español se mostró inflexible ante las peticiones de los políticos americanos para liberalizar la rigidez religiosa del Artículo 6º del Fuero de los Españoles, hasta el punto de que el propio Presidente Truman se opuso a que España se beneficiara del Plan alegando maltrato a los protestantes. Así que, como en la película, los americanos pasaron de largo y no dejaron aquí ni un dólar. Con la Iglesia hemos topado, amigo Sancho

Pero además de la recuperación económica europea lo que subsistía en el fondo era que Europa importara el estilo de vida americano (The American way of life) inundando el Viejo Continente de los innovadores productos Made in USA, superiores en todo a los toscos artefactos de los países del Este. La idea era frenar la entrada de la URSS sobre todo en Francia e Italia, cuyos partidos comunistas eran muy dependientes de Rusia, de la que los americanos no se fiaban ni un pelo, como luego evidenció la Guerra Fría. 

Bien, pues después del tiempo que hace que se está pidiendo una apertura del crédito para las empresas, imprescindible para contrarrestar el Austericidio al que están sometidas, sobre todo las pymes, y cuya principal consecuencia es la situación de desempleo en España, hay quien se permite escribir esto en las redes sociales: 

“Lo del BCE es una memez, y si los bancos dan préstamos, que no se quejen luego si de nuevo no recuperan el dinero prestado. La solución está en rebajar los impuestos para que la gente tenga más liquidez y se lo gaste cómo quiera” 

Bueno, pues así están las cosas: de nuevo Hayek contra Keynes

A los que no están de acuerdo con las medidas adoptadas habría que preguntarles qué hace un chaval que está en 2º de carrera en una facultad a 60 Kms. de su casa cuando un ERE manda a su padre (ingeniero) al paro y ya no pueden pagar ni la estancia ni la matrícula (y sin beca, Sr. Ministro) y cuya única salida está en un crédito blando. Casos como este los hay a montones 

Aún más: ¿a quién beneficia más una bajada de impuestos? Pues a los que ganan/pagan más, ¿no? O es que una bajada de 2 ó 3 puntos en el IRPF y otros tantos en el IVA, que pueden sumar como máximo unos 500 euros/año de promedio (40 €/mes) entre el montón de gente que gana de 20 a 25.000 euros brutos al año en España será mejor que las pymes puedan invertir y sacar del paro a toda la gente que se pueda? Es que en nuestro país se está perdiendo por completo la solidaridad? 

Sin embargo, algunos economistas muy criticados por otros temas, como el catalán Sala i Martín, aquí se rinden ante la evidencia y la necesidad de las medidas adoptadas. 

Molto bene, Signore Draghi. Aquí decimos “Más vale tarde que nunca.” Ahora solo falta esperar que el Plan de Acción no se retrase demasiado con la burocracia. 

Hasta la semana que viene

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.