lunes, 15 de septiembre de 2014

Política & Fútbol. ¿O diga Business?

Dicen los que parecen estar bien informados de estas cosas que este año los organizadores de La Diada, la ANC (Asociación Nacionalista Catalana) y Omniun, tampoco han preferido que fuera una empresa textil catalana quien suministrara las camisetas conmemorativas del evento que todos los años se celebra en Barcelona los 11 de Septiembre. 

El año pasado fue la marca norteamericana Fruit of the Loom. Esta decisión de la ANC en la Diada-2013 le sentó como un tiro a la industria textil catalana, según publicó La Razón. En ese sentido, el director ejecutivo del clúster textil de moda de Cataluña, David García, recordó entonces que a pesar de tantos cierres de fábricas, debidos a la enorme importación de prendas asiáticas, en el sector textil de Cataluña aún quedan más de 1.780 empresas, por lo que no tendría por qué haber ningún problema de suministro para abastecer un evento extraordinario de este tipo.

Bien, pues no parece que esas palabras hicieran demasiada mella en “el efervescente patriotismo” de los organizadores de la Diada y principales impulsores de la soberanía catalana, porque este año, que ya llueve sobre mojado, la vendedora ha sido una empresa francesa (a la que le fabrican en China y Bangladesh) la que les ha suministrado por poco más de 10 céntimos de euro cada camiseta, amarilla o roja, inscritas con el eslogan "Ara és l'hora" (Ahora es la hora), que decoraban la inmensa V humana formada entre la Diagonal y La Gran Vía Catalana en la tarde del pasado jueves. 

Esas mismas prendas que después de pasar por un montón de manos (sin tocarlas, por supuesto) deberían ser pagadas por los entusiastas manifestantes al precio de 15 € cada una. No obstante, y para ser justos, hay que decir que por ese precio además de la camiseta recibieron una mochila, un DVD, y material de propaganda política ad hoc. Todos esos materiales de marketing tienen sus costos unitarios propios, a partir del diseño, las pruebas, las impresiones, la fabricación en todos sus procesos, el transporte, la logística, etc. Sin embargo, no parece que haya dejado de ser un bon negosi, verdad? Y es que por encima de cuestiones más o menos poéticas está la pela. Porque la pela es la pela.

Y en un orden similar de cosas, ahí están las declaraciones de los aficionados madridistas la noche del pasado sábado a la salida del Santiago Bernabeu después de una derrota que ya viene siendo habitual en el derby madrileño ante “el eterno rival”. La gente, en caliente, decía al ser preguntados en la tele: “menos negocio de camisetas y mejor equipo. Florentino dimisión”

La nueva camiseta del "equipo blanco"

“El nombre de James Rodríguez vende y de qué manera. Desde que se inició la comercialización de su camiseta del Madrid, ya se han vendido 345.000 con el nombre del colombiano y el ‘10’ a la espalda según un análisis de la agencia de marketing deportivo Euromericas. Cada elástica cuesta 97 euros, por lo que la Jamesmanía ya ha generado 33,4 millones de euros sólo en camisetas... 

De hecho, según el citado análisis, la zamarra de James es la prenda más vendida por hora en toda la industria textil europea. La clave de este boom de ventas es el modelo de negocio on-line. En la tienda del Bernabéu se vendieron casi mil por hora el primer día, pero el grueso de las adquisiciones se hicieron por internet desde Colombia (48 millones de habitantes) y el mercado asiático, gran consumidor de productos relacionados con el Real Madrid y sus estrellas…” 

Pero por mucho que se empeñe el Presidente del Real Madrid, al personal le importa un pimiento que haga grandes negocios con futbolistas o sus camisetas si se debilita el equipo o los resultados no acompañan. Sobre odo porque el único que maneja el dinero es él mismo, que es elque hace y deshace. Y menos si la gente tiene que soportar el lunes por la mañana el cachondeíto de sus vecinos o compañeros de trabajo, incluso aunque no sean seguidores del equipo contrario.

Hasta la semana que viene

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.