lunes, 1 de septiembre de 2014

EL DESFASE INDUSTRIAL

Ya tenemos aquí el comienzo de un nuevo curso, y el mensaje que lanza el Gobierno es que las grandes cifras son mucho mejores que las de los tres cursos anteriores. O por lo menos eso es lo que se percibe de lo que nos dice la tele y se puede leer prácticamente en todos los medios escritos. Nunca antes había habido tanta unanimidad, o habían coincidido unos voceros tan entregados.

Sin embargo, hay un montón de criaturas conteniendo la respiración porque temen que dentro de unos días, cuando empiece a refrescar el tiempo irán cerrando restaurantes, bares, chiringuitos y mercadillos por fin de temporada, por lo que ya se imaginan retratados de nuevo en las colas del INEM. Son los mismos que hace unas semanas reflejaban una tímida mueca al ser entrevistados a pie de obra como muestra de que todo iba como una balsa de aceite.

Y como todo es comparable, en la siguiente tabla se puede comprobar cómo han ido evolucionando algunos objetivos económicos fundamentales desde la llegada del Gobierno hasta el comienzo de esta estación estival:


Es decir, con la importancia que tienen todos los conceptos de la tabla, si nos centramos en los números reflejados en las cinco primeras casillas de las dos filas parece que el Desempleo, en cualquiera de sus facetas, es lo que continúa golpeando sin piedad a nuestro país. Por lo que una vez acabada la temporada veraniega, y salvo milagro, es más que probable que las aguas vuelvan a su habitual y permanente cauce, con las conocidas y dramáticas consecuencias para buena parte de la población. 

Y es que que da la impresión de que los políticos que nos gobiernan no tienen ni pajolera idea de cómo meterle mano al melón, ya que este es el tercer verano que desaprovechan la placidez que proporciona el descanso para replantearse una verdadera alternativa industrial, del tipo que sea, pero que se salga de una vez por todas de la exclusiva dependencia del turismo. 

Porque si nuestra competencia de turismo barato está ahí abajo, en los países del norte de África que ahora están en conflicto, si solucionaran sus diferencias y confluyera con otro posible tropiezo de la economía europea, ¿quién vendría “a sacarnos las castañas del fuego”? 

Y es que el ministro de Industria, que como el resto de sus colegas parece nombrado a perpetuidad, puede que sea un experto en la industria del sol y playa, en concreto la de Canarias, porque parece que sabe nadar y guardar la ropa, según se desprende de la actitud de las compañías eléctricas que aplauden con las orejas sus decisiones, las cuales, por el permisivo acuerdo de las puertas giratorias, con toda seguridad se verán compensadas en el futuro con un silla muchísimo más valiosa que una tumbona de playa. Pero que conozca una planta industrial más allá del momento de la foto con el casco blanco es plausible dudarlo. 

Más respuestas a estas cuestiones y algunas concordantes se pueden recoger en lo que dice un forero de “Rankia” en el post de apertura del artículo 


“Uno se plantea cómo le salen las cuentas a Rajoy: la economía española va a crecer y todos tan felices. Rajoy y Montoro nos están tomando el pelo de una manera escandalosa, sin dejar en el tintero las instituciones y los poderes del estado que hacen agua por todas partes. Que Hacienda durante 34 años no se percate de que Jordi Pujol les estaba tomando el pelo sin declarar millonadas, o bien políticamente se ha mirado para otro lado o los técnicos de Hacienda, entre ellos los funcionarios, se tienen que reciclar con una formación acorde a los tiempos modernos y no a los medievales” 

Hasta la semana que viene

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.