lunes, 24 de noviembre de 2014

DE NUEVO EL EMPRENDIMIENTO

Hace varias semanas que tengo un tanto olvidado el asunto del Emprendimiento, y la razón no es otra que cuanto más tiempo pasa y más se profundiza en el tema más complicado parece que los emprendedores consigan lograr sus objetivos. Así es que por mucha moral que uno tenga hay momentos en que el ánimo decae.

Pero el pasado miércoles 19, el periódico El País, en su sección Emprendedores, traía un artículo titulado “¿Hay un emprendedor dentro de ti? Descúbrelo” que atrajo mi atención. Es un artículo de esos que tienen la virtud de levantarte el ánimo. Por eso, con el debido respeto, me voy a permitir utilizarlo en este post para comentarlo, incluida su imagen, que también me ha gustado un montón.. 

© ALBERTO RUGGIERI / CORBIS    

Dice la autora del mismo, Ana Torres, haciéndose eco del principal barómetro internacional del emprendimiento, el Global Entrepreneurship Monitor (GEM) de 2013, que el 29% de los que decidieron emprender durante 2013 en España no lo hicieron ni impulsados por el deseo de dejar una huella en el campo de la innovación ni porque posean un gen empresarial. 

Su razón para poner en marcha un negocio fue la situación económica del país y su empeño en encontrar una salida para su propia supervivencia. Es decir, por pura necesidad. Y ese porcentaje sitúa a los españoles siete puntos por encima de la media de la Unión Europa. 

Los españoles que montaron una empresa en 2013 no por necesidad económica sino tras identificar una oportunidad de negocio fueron el 33% del total de emprendedores, una cifra por debajo de la media europea que se sitúa en el 47%. En datos generales, la tasa de actividad emprendedora en España en 2013 (ratio que mide las iniciativas lanzadas al mercado sobre la población de 18 a 64 años) fue del 5,2%, un tres por ciento menos que la media de los países que basan su crecimiento en la innovación, según el informe GEM. 

A priori, se podría pensar que un emprendedor desprovisto de atrevimiento e imaginación jamás podría sobrevivir en el competitivo universo de los negocios, pero los expertos sostienen que un buen empresario no siempre nace con las aptitudes para ser un líder nato, sino que cualquiera puede aprenderlo. La motivación es el factor clave. 

Lo esencial es que haya un para qué claro, una idea destinada a cubrir una necesidad. Los tres valores esenciales para salir adelante son 

- El compromiso: evitar hundirse ante cualquier contratiempo) 

- La capacidad de adaptación: modificar la idea de negocio si no cuaja

- La responsabilidad suficiente para exigirse a sí mismo un ritmo adecuado de trabajo. 

Así lo defiende el economista y autor de El libro negro del emprendedor, Fernando Trías. “La dicotomía de nacer o no emprendedor contiene un error en el enfoque. No se trata de ser un empresario nato, sino con determinación y capacidad de trabajo”. Trías publicó en 2007 esta guía después de un exhaustivo trabajo de campo con cerca de 50 emprendedores españoles que fracasaron. La clave para que una idea sea rentable es que detrás de ella haya ilusión, defiende. “El camino es arduo y muchas veces hay que pelear con la administración o con los bancos para conseguir financiación. Se debe tener tesón”. 

Hasta la semana que viene

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Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.