jueves, 27 de octubre de 2016

EL DESENGAÑO EMPRENDEDOR

El Emprendimiento es un asunto controvertido, como se deduce de lo que ya decía el escritor Fernando Trías de Bes en la Presentación de El libro negro del emprendedor (2007): 

“Un día tecleé en Google Factores Clave de Éxito y hubieron 36.700 salidas Luego probé en Factores Clave de Fracaso y solamente ¡¡dos!! ¡Dos en toda la red! ¿Por qué el 99,98% de la literatura de gestión se dedica a analizar éxitos cuando solo el 5% de emprendedores logra pasar del quinto año de su aventura empresarial” .

Pero han pasado ocho años, y si volvemos a teclear comprobaremos que, salvo escasas excepciones, la cosa apenas ha cambiado y solo se hace referencia al fracaso emprendedor para citar ese famoso libro de Trías (“La Biblia del Emprendimiento español”) y poco más. Por tanto, el fracaso de tantas empresas nuevas deviene, por derecho propio, en materia obligada de estudio. 

Así es que aunque parezca una utopía se puede afirmar sin temor a engaño que el futuro empresarial pasa por el Emprendimiento, porque del Trabajo por Cuenta Ajena se puede esperar bien poco. Y a pesar de que la desesperación de tantos jóvenes españoles siga estando justificada y todavía vean en el extranjero como su salida laboral, deberían tratar de crear sus propios negocios, ya que la parálisis institucional española ante el Emprendimiento debe finalizar forzosamente más pronto que tarde.

Hasta hace poco se creía que el fracaso de tantas empresas nuevas solo se debía a su escasa financiación, y es cierto que sin recursos buena parte de los emprendimientos son irrealizables, pero si el emprendedor se pone como una moto el dinero sale de aquí o de allá.

Sin embargo, en la parte opuesta tenemos a los expertos que afirman que entre el 70 y 75% de las Baby Business (negocios nuevos de entre 3 y 42 meses) no superan ni el primer año de vida porque sus emprendedores o no tienen la mínima preparación empresarial o no conocen el sector en que se meten. O esos negocios solo son “más de lo mismo”.

El cuento de la lechera de Idígoras y Pachi en “El Mundo” de Andalucía (27-4-2014)

Esa ignorancia o atrevimiento emprendedor responde al Desconcierto Comercial que sufren por la nula o escasa formación recibida, lo que les imposibilita para percibir si el negocio emprendido puede ser viable y/o rentable, incluso analizado desde la hipotética óptica del consabido Plan de Empresa.

Porque esos nuevos empresarios pueden conocer relativamente bien la técnica del negocio, pero la Cuestión Comercial es algo muy distinto. Así es que en cuanto comienzan a gestionar la empresa en su día a día resultan demasiado vulnerables para la clientela. Y luego llega lo que ya sabemos.

Hasta la semana que viene

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Mi foto
Si no se acaba de una vez con el desequilibrio entre el ser humano y la naturaleza, nuestros descendientes no querrán ni recordar nuestros nombres.